EL MUNDO
Esperen a noviembre y entonces tal vez habrá ayuda para Colombia
En un año electoral en que George W. Bush quiere conquistar el Congreso, Andrés Pastrana recibió sólo promesas ayer en EE.UU.
Narcoterrorismo es el nombre del juego. El presidente colombiano Andrés Pastrana salió “satisfecho” de la reunión que sostuvo con su homólogo norteamericano George W. Bush, pero no está claro que éste pueda darle lo que quiere. Pastrana fue en busca de un apoyo decisivo de Washington a su lucha contra la guerrilla y Bush le prometió a “su buen amigo” que “trabajaremos con ustedes para derrotar el terrorismo”. Esa ayuda consta de dos partes: el aumento de la que actualmente se brinda y el cambio de carátula del Plan Colombia, que de autorizar ayuda contra el narcotráfico la autorizaría también contra la guerrilla. Un Pastrana entusiasta señaló que “tenemos apoyo total del presidente Bush y de su gobierno, primero en tratar de cambiar la autoridad para utilizar los equipos militares que Estados Unidos envía a Colombia para poder ser utilizados también contra el narcoterrorismo”. Además, Pastrana pidió que se renovara el Acta de Preferencias Arancelarias Andinas, que está encajonada en el Senado norteamericano. Todo esto se encuentra en espera de las elecciones de noviembre, en que Bush se propone la conquista del Congreso.
“Es esencial que Colombia triunfe en la guerra contra el terrorismo”, dijo el presidente Bush a la prensa durante la reunión de casi una hora que mantuvo ayer con Pastrana en el Salón Oval de la Casa Blanca. En ese sentido, le manifestó que “trabajaremos con ustedes para derrotar el terrorismo. Pusimos a las guerrillas de las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los paramilitares de ultraderecha Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en nuestra lista de terroristas, las llamamos por su nombre. Estos son asesinos que usan el asesinato y la intimidación para promover medios políticos”. La administración Bush, tras nuevos reclamos de Pastrana, y pidió al Congreso en marzo 35 millones de dólares adicionales para Colombia, que actualmente está en enfrentamiento abierto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Hasta ahora la política exterior norteamericana se ha centrado en la lucha contra el narcotráfico, pero el congresista Henry Hyde tiene previsto presentar un proyecto de ley que otorgaría a Colombia hasta 573 millones de dólares en los próximos dos años para combatir el “narcoterrorismo”. Todavía falta que el Congreso apruebe la ley.
Bush elogió a Pastrana por su defensa de la democracia y por su lucha contra el narcotráfico y contra el terrorismo. El jefe de la Casa Blanca manifestó su preocupación por la actual guerra que enfrenta el ejército con las FARC, con quien rompió el diálogo de paz el 20 de enero pasado. Bush señaló esos mismos “trataron de volar al candidato a la presidencia (Alvaro Uribe). Han capturado a gente. Están detrás de Andrés (Pastrana)” para matarlo. Por eso, Pastrana aprovechó en señalar que “le hemos ganado a las FARC la batalla internamente e internacionalmente”. Bush no dudó en afirmar que “la clave del éxito de Colombia es no cansarse en la lucha contra el terrorismo y es esencial que triunfe (...) porque “Colombia es parte esencial de una Sudamérica en paz”. Con todo, el límite es claro: la administración Bush asegura que no enviará tropas al país andino y que mantendrá en 400 el número de militares norteamericanos que entrenan allí a soldados colombianos.
Bush y Pastrana coincidieron en la necesidad de que el Senado estadounidense renueve el Acta de Preferencia Arancelarias Andinas (ATPA), que otorga beneficios arancelarios a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú a cambio de sus esfuerzos antidrogas, y que venció en diciembre pasado. El ATPA “es fundamental para nosotros” afirmó Pastrana. “No queremos ayuda, queremos comercio”, agregó, aduciendo que espera que el Congreso lo renueve “antes del 16 de mayo”. Con el ATPA, aprobado en 1991, el gobierno estadounidense busca estimular la búsqueda de alternativas a la producción y tráfico de drogas. Por ahora, la medida comercial está en stand-by en el Senado estadounidense.