EL MUNDO
Cómo es la posguerra que está perdiendo Washington
Un día antes del crucial debate Bush-Kerry de hoy, hubo evaluaciones demoledoras de Irak, uno de sus temas clave.
En los últimos 30 días, los insurgentes iraquíes han efectuado más de 2300 ataques contra objetivos civiles y militares en casi todo el país, según los datos compilados por contratistas privados de vigilancia, informó ayer el diario The New York Times. Los datos coinciden, según publicó ayer The Washington Post, con la percepción de varios funcionarios de la CIA, y del Departamento de Estado y de Defensa, que esperan como mejor escenario en Irak “un semiestado fallido pululante de terroristas y una sucesión de gobiernos débiles” y como peor escenario “una guerra civil”. Mientras tanto, según un informe del Pentágono publicado por un diario británico, Gran Bretaña planeaba la invasión a Irak con Estados Unidos nueve meses antes de que la Cámara de los Comunes diera la autorización.
Con un promedio de 80 ataques insurgentes por día en varias provincias iraquíes, la resistencia, lejos de reducirse a “bolsones aislados”, como afirmaron el primer ministro iraquí, Iyad Allawi, y el presidente George W. Bush, “está mucho más extendida”, según datos publicados por The New York Times. Adam Collins, experto de seguridad y responsable de inteligencia en Irak de la firma que hizo el sondeo, afirmó que “si se miran las cifras de los incidentes y se las pone en un mapa, no son sólo algunas provincias”. Los ataques de la insurgencia en Irak han ocurrido desde las provincias de Nínive y Slaajudin, en el noroeste, hasta Babilonia y Diyala, en el centro, y Basora, en el sur. La única región donde los ataques no son tan frecuentes es el Kurdistán, en el norte del país. “Los tipos de ataque van desde vehículos cargados con explosivos a bombas de tiempo, granadas propulsadas por cohete, granadas de mano, disparos de armas pequeñas, ataques con morteros y minas terrestres”, añadió Collins. El estudio, en sus conclusiones, contradice la descripción hecha por el premier interino iraquí, Iyad Allawi, durante su visita a Estados Unidos la semana pasada, cuando aseguró que 14 de las 18 provincias iraquíes eran completamente “seguras” y que no había problemas. Por otro lado, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, habían advertido que quizá no pudieran realizarse las elecciones en algunas áreas controladas por los insurgentes.
A su vez, según The Washington Post, un creciente número de profesionales vinculados con agencias de inteligencia y al Departamento de Defensa y del Estado, así como oficiales del ejército, perciben que “las cosas están peor en Irak” de lo que se está expresando públicamente. Según un informe de julio del Consejo de Inteligencia nacional, la mejor perspectiva para Irak en los próximos 18 meses era “una tenue estabilidad” y el peor “una guerra civil”.