EL MUNDO › LAS PRESIDENCIALES EN FRANCIA
Eligiendo abstenerse
Por Jon Henley*
Desde París
Francia va a las urnas hoy, en la primera vuelta de una elección presidencial que probablemente establezca nuevos records en la apatía e indiferencia de los votantes hacia los principales competidores. Mientras que el conservador en funciones Jacques Chirac, y su primer ministro socialista Lionel Jospin, seguramente se dirigen a una segunda vuelta el 5 de mayo, las encuestas de opinión de ayer mostraban que más del 30 por ciento de los votantes puede llegar a quedarse en sus casas. El record del 22 por ciento se estableció en 1969. Al mismo tiempo, la familiaridad con el dúo Chirac-Jospin y su desdichada cohabitación iniciada en 1997, y el saber durante los últimos cinco años que estaban destinados a competir por la presidencia, podría resultar en que obtuvieran menos del 38 por ciento en la primera vuelta: la menor en la historia de las elecciones presidenciales francesas.
“Si hay algo que sobresale en las elecciones presidenciales de 2002, será el soberano aburrimiento de los franceses con la política en general y con este encuentro electoral en particular”, dijo Libération, resumiendo la opinión general de la campaña que hasta los observadores más endurecidos han llamado mortal. Generado mayormente por una gran indiferencia por la política tradicional, un record de 14 candidatos está compitiendo contra Chirac y Jospin, incluyendo dos racistas de la extrema derecha, que se proyecta que ganarán entre los dos un 16 por ciento de los votos, y tres de la extrema izquierda, que esperan ganar más del 11 por ciento. Sumando las cifras estimadas del republicano radical Jean-Pierre Chevenement y el populista Jean St. Josse da un voto protesta total de casi 38 por ciento, el mismo que fue proyectado para los representantes del socialismo y el gaullismo, que han gobernado Francia durante los últimos 40 años.
*De The Guardian de Gran Bretaña, Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère