EL PAíS › PREOCUPACION POR LAS EXIGENCIAS DEL FMI Y LA CAIDA DE LOS BANCOS
Cuando el rigor calma a las fieras
Por Martín Piqué
Los gobernadores del PJ esperan al acecho, inquietos ante el panorama económico y conscientes de que ésta será una semana decisiva. Ayer siguieron con atención lo que sucedía en Washington, donde la Unión Europea y el G-7 retaron otra vez a la Argentina, y se alarmaron por la sucesión de malas noticias. Los siete países más ricos insistieron con “las reformas del marco fiscal que engloba a las provincias”. Los mandatarios no se sorprendieron porque conocen bien las exigencias del FMI. Sí se preocuparon por el feriado cambiario y la suspensión del Scotiabank: deducen que si el Gobierno no respaldó al banco canadiense, tampoco podrá cumplir con el pago de la coparticipación de marzo, que aún les debe. Alarmados, los gobernadores pedirán una reunión con Eduardo Duhalde para el final de esta semana. “Es muy probable que haya una reunión, porque la situación ha cambiado”, confirmó uno de ellos.
“Un ministro que te dice que no hay plata, te está diciendo muchas cosas”, especulaba, intrigante, una fuente destacada de la provincia de Buenos Aires en diálogo con Página/12. Con esa confesión, revelaba uno de los temores de la mayoría de los gobernadores del PJ. Que el Ejecutivo no pueda girar la coparticipación de marzo, el último mes en el que tuvo vigencia el piso de 1187 millones de pesos. Las señales no alientan al optimismo. El viernes pasado, los mandatarios tenían una reunión en la quinta que perteneció a Perón, en la localidad bonaerense de San Vicente. Pero suspendieron el encuentro porque el Gobierno no garantizaba el envío de los fondos coparticipables. “La reunión se postergó hasta que en Economía den una respuesta de las deudas de la Nación”, contó un colaborador del gobernador salteño, Juan Carlos Romero.
A pesar de que necesitan los fondos, los mandatarios del PJ saben que el Gobierno no tiene casi nada para repartir. Ayer, por caso, el jujeño Eduardo Fellner admitió que “hoy por hoy la Nación no tiene con qué ayudarnos”. Aunque reconocen esas dificultades, también están preocupados por la posibilidad de que se derrumbe el sistema financiero. Y creen que, ahora, el Gobierno tiene que resolver ese tema antes que cualquier otro. “Debe quedar claro que sin sistema financiero no hay economía, y sin economía no hay producción”, advirtió el pampeano Rubén Marín.
A pesar de los temores ante la crisis, la mayoría de los gobernadores asegura que no está pensando en una caída del Gobierno. “Acá no se puede hablar de elecciones ni para dentro de cinco minutos”, remarcó a Página/12 un funcionario bonaerense. La crisis los mantiene ocupados, como al gobernador Felipe Solá, quien está evaluando alternativas para que el BCRA habilite el pago de jubilados y empleados provinciales.
Pero los problemas no terminaron con las internas. El cordobés José Manuel de la Sota aseguró a un miembro del gabinete que no recibió pedido alguno del Presidente para sumarse al Gobierno en el cargo de Jorge Capitanich. “A mí no me ofrecieron –aclaró De la Sota–, pero sí me pidieron que aporte algún ministro.” Entre sus íntimos, el cordobés confesó su enojo por lo que consideró otra operación en su contra. Mientras tanto, el santacruceño Néstor Kirch-ner estuvo en Santa Fe, aunque no visitó a Carlos Reutemann, y volvió a criticar a Duhalde, a quien responsabilizó por el “nuevo atropello a los ahorristas”.