EL MUNDO › AMBAS CAMPAÑAS APUNTAN AL VOTO POR ADELANTADO ESTAS DOS SEMANAS
Cada voto cuenta... desde ahora
Las urnas ya están abiertas para el voto anticipado en 31 estados. El presidente Bush –que aventaja en 8 puntos según un nuevo sondeo– y su rival demócrata Kerry intercambiaron municiones con los temas de seguridad nacional e Irak, en la carrera por la Casa Blanca.
Por José Manuel Calvo *
Desde Washington
Las elecciones en EE.UU. no se celebran el 2 de noviembre; acaban el 2 de noviembre, porque ya han empezado. El early voting (voto temprano o madrugador) arrancó ayer en Florida, Texas, Colorado y Arkansas, y ya estaba en marcha desde la semana pasada en más de una veintena de Estados. El experimento, muy generalizado y que ya se inició hace 8 años en algunos lugares, debería traducirse en un incremento de la participación. Se produce en plena recta final de una campaña que vuelve a la guerra: George W. Bush volvió ayer a hablar de la seguridad y la lucha contra el terrorismo, y John Kerry cargó contra él a cuenta de Irak.
El voto anticipado, igual que el voto por correo, trata de evitar aglomeraciones o imprevistos y facilitar una mayor participación. Los jubilados, que temen las largas colas en los colegios electorales, han sido firmes defensores de las iniciativas. Este año hay 31 estados –que reúnen el 54 por ciento de la población– en los que se ofrece la posibilidad de votar antes. Cada estado establece sus normas y los plazos, que suelen extenderse de dos a tres semanas antes del primer martes de noviembre, la jornada electoral nacional. En Florida, que pasó a la historia por el espectáculo que se produjo hace cuatro años, Kerry lo recordó ayer al decir: “Si votan ahora, no tendremos que estar esperando hasta muy tarde el 2 de noviembre por la noche”. Impulsado por demócratas y republicanos, el voto previo tiene sus detractores, que se quejan de que se difumina un importante símbolo de movilización democrática, la jornada electoral.
Además, los madrugadores tienen menos información que los que votan el día de las elecciones y el final de la campaña está condicionado por el calendario de las votaciones tempranas en los estados más discutidos –por esa razón, Bush y Kerry se han volcado en Florida el fin de semana y los días anteriores en el Oeste. Pero el voto anticipado gana cada día más adeptos. En el 2000, el 52 por ciento de los electores del estado de Washington lo utilizó, igual que el 37 por ciento en Colorado y el 36 por ciento en Nevada.
John Kerry reiteró ayer en Florida –en donde hubo irregularidades, con retrasos de más de dos horas por problemas de la conexión de computadoras– que Bush mandó a las tropas a Irak sin equipo suficiente y que su política exterior “ha hecho que EE.UU. sea menos seguro que antes”. “A pesar de su arrogancia y de que no reconoce los errores cometidos, la verdad está saliendo a la luz y le está pisando los talones”, añadió Kerry, que se refirió a una información de The Washington Post en la que se dice que el general Ricardo Sánchez, ex jefe de las tropas de la Coalición, se quejó el pasado invierno de que no había suficientes suministros: “Yo nunca seré un comandante en jefe que desprecie los consejos de los generales”. “El discurso duro del presidente” de apoyar a las tropas “es sólo retórica vacía”, dijo Kerry. A la defensiva, los demócratas acusaron al presidente de intimidar y usar los ataques del 11 de septiembre para obtener ganancia política. “Bush está jugando con los más profundos miedos de la gente”, dijo el compañero de fórmula de Kerry, John Edwards. Además, Kerry apuntó a las políticas de salud pública de Bush, incluyendo el fracaso de la administración para proveer las dosis adecuadas de vacuna contra el resfrío, de este invierno.
Bush eligió el estado de Nueva Jersey –que ha votado a los demócratas desde 1988 y en donde 700 ciudadanos fueron víctimas del atentado contra las Torres Gemelas– para relanzar su discurso sobre seguridad, terrorismo y guerra preventiva. “Vamos a ganar en Nueva Jersey”, dijo Bush ante los cánticos de sus seguidores, que entonaban “cuatro años más”, y que se burlaban y mofaban de cada referencia al senador de Massachusetts.
El presidente repasó –a su manera– el historial de votaciones de Kerry en el Senado sobre seguridad y defensa para asegurar que “no entiende bienlas amenazas a las que nos enfrentamos” y para decir, entre aplausos, que “la mejor manera de garantizar la seguridad es permanecer a la ofensiva”, y que los norteamericanos pueden contar con él “para luchar contra nuestros enemigos y defender la libertad”. Bush acusó a Kerry de tener una actitud de “10 de septiembre” en lo que respecta al crítico tema de proteger a EE.UU. Así como de querer volver al clima de los ‘90, “cuando la amenaza terrorista era real, pero no lo sabíamos”.
La campaña entra en sus dos semanas finales con sondeos relativamente volátiles. El de Gallup para la CNN y USA Today asegura que el presidente tiene 8 puntos de ventaja entre votantes probables, que se reduce a 3 entre los registrados. En cambio, en la encuesta de Zogby para Reuters, Kerry sube y los dos candidatos vuelven a estar empatados. En la de The Washington Post, Bush tiene cuatro puntos de ventaja y el ecologista Nader –la pesadilla de los demócratas– pasa del 1 al 2 por ciento. El presidente tiene una pequeña ventaja en las encuestas nacionales, pero el bando de Kerry asegura que a su candidato le va mejor en la docena de estados oscilantes, decisivos para el resultado del 2 de noviembre. Sorpresivamente, varias encuestas han puesto a Nueva Jersey entre éstos, con sus 15 votantes del colegio electoral, aunque este estado raramente vota a los republicanos.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.