EL MUNDO › SECUESTRARON A UNA TRABAJADORA HUMANITARIA BRITANICA EN MEDIO DE LA GUERRA
Cómo apretar al mejor amigo del enemigo
Después del asesinato del rehén británico Kenneth Bigley, ayer fue el turno de Margaret Hassan, una trabajadora británica de 60 años, de caer en manos de un grupo extremista en Irak, que divulgó un video de su rehén.
Por Kim Sengupta *
Desde Bagdad
Autoridades británicas, estadounidenses e iraquíes trataban de lograr anoche la libertad de Margaret Hassan, trabajadora humanitaria nacida en Irlanda que fue secuestrada en Bagdad ayer temprano. A horas de su secuestro se entregó un video a la estación de televisión árabe Al Jazeera. Mostraba a Hassan, que tiene unos 60 años, alterada, con las manos atadas detrás de su espalda, en una habitación blanca con paredes desnudas. El video, que mostraba también su pasaporte, sus tarjetas de crédito y su tarjeta de identidad, fue entregado por un grupo militante que se adjudicó el secuestro, pero no se identificó ni emitió exigencias.
Autoridades en Bagdad dijeron que estaban profundamente preocupadas por la seguridad de Hassan. La mujer, directora de Care Internacional en Irak durante los últimos 12 años, fue secuestrada por hombres armados en el oeste de Bagdad cuando se dirigía a su trabajo justo después de las 7.30 de la mañana. La organización no emplea guardias armados. Sus compañeros de trabajo dijeron que no habían existido advertencias de que ella pudiera estar en peligro. Ni tampoco ella había expresado ninguna preocupación. El secuestro sucede a menos de dos semanas después de la decapitación del contratista británico Kenneth Bigley, que estuvo cautivo durante tres semanas por un grupo que se cree que es liderado por el líder militante jordano Abu Musab al Zarqawi. El secuestro produjo un shock incluso en Bagdad, una ciudad que se ha acostumbrado a la rutina de toma de rehenes. Hassan es una figura altamente respetada en Bagdad. Ha vivido en el país durante 30 años con su marido iraquí, y tiene ambas nacionalidades, la iraquí y la británica. Un vocero de Care dijo anoche: “Hasta donde sabemos, Margaret está ilesa. Ella ha estado brindando asistencia humanitaria a la gente de Irak en una carrera profesional durante más de 25 años. Se considera a sí misma iraquí. Irak es su hogar y nunca consideró regresar a Gran Bretaña”.
Varias asistentas sociales han sido secuestradas en Irak desde la guerra, pero todas han sido liberadas. Simona Pari y Simona Torretta, ambas italianas, de 29 años, que trabajaban para una organización humanitaria en Bagdad fueron liberadas, supuestamente a cambio de una recompensa, el 28 de septiembre. Nahoko Takato, una japonesa de 34 años, fue secuestrada y liberada junto con varios hombres japoneses.
Astrid van Genderen Stort, vocera del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, dijo anoche en Amman: “Nosotros, la ONU, decidimos el año pasado no tener más presencia internacional porque considerábamos que la situación era demasiado peligrosa. Los secuestros de las italianas hace sólo un tiempo deberían haber alertado a otros sobre los peligros de trabajar en Irak”.
Un sostenido ataque de morteros en los cuarteles de la Guardia Nacional Iraquí ayer a la mañana en Mashahidan, a 40 kilómetros de Bagdad, mató a cuatro personas e hirió a más de 80. Las tropas estaban alineadas cuando el mortero impactó la base. Otro ataque de mortero, en el centro de Bagdad, mató a un contratista estadounidense e hirió a un soldado estadounidense. Aviones de guerra y helicópteros artillados llevaron a cabo otra noche de ataques sobre el baluarte rebelde de Faluja. También hubo intercambio de fuego durante el día con tres camionetas blindadas incendiadas en las filas estadounidenses por un autobomba.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.