EL MUNDO

Duelo al sol a la hora señalada en las elecciones más disputadas

La carrera electoral estadounidense vuelve a estar al rojo vivo con una serie de encuestas que muestran empates técnicos.

Por Yolanda Monge *
Desde Washington

Son críticos con Bush. Pero mantienen muchas reservas hacia Kerry. Cuando faltan menos de dos semanas para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los electores desaprueban la forma en la que el presidente George W. Bush ha gestionado la política económica y la guerra en Irak. Pero una mayoría de estadounidenses no deja de ver al senador de Massachussets como un político poco fiable que sólo dice lo que la gente quiere oír.
La carrera hacia la Casa Blanca sigue muy ajustada. La última encuesta elaborada por The New York Times/CBS News otorga en este maratón unos porcentajes casi iguales de intención de voto: un 47 por ciento para el presidente George W. Bush y un 46 por ciento para el senador John Kerry. Bush obtiene uno de los porcentajes más bajos de aprobación de su gestión en materia laboral de todo su mandato: un 44 por ciento, porcentaje un poco más alto que el 37 por ciento que obtuvo Bush padre justo antes de perder en 1992 con Bill Clinton. Sin embargo, los votantes consideran que Kerry realizaría un trabajo mejor en este sentido así como en defensa de la seguridad social y en la conclusión de la guerra en Irak. Aun así, ha calado el mensaje lanzado a todas las horas y en todos los lugares por Bush de que el demócrata es un “liberal” (en el sentido norteamericano, sinónimo de gastador y partidario de elevar los impuestos) y un político que no despierta demasiada confianza en los electores. La encuesta fue realizada durante los cuatro días posteriores al último debate del pasado día 13 entre Bush y Kerry. Si en la pregunta a quién votará para futuro presidente entra el candidato independiente Ralph Nader los porcentajes varían. Ya no estaríamos ante el 47 por ciento para Bush y el 46 por ciento para Kerry de una pregunta de doble candidato, sino ante el 47 por ciento para el republicano, el 45 por ciento para el demócrata y el 2 por ciento para el político independiente.
Otras encuestas realizadas durante este período otorgan al candidato republicano una ventaja más fuerte en electores con intención de voto (CNN /USA Today 52 por ciento a Bush y 44 por ciento a Kerry; Newsweek 50 por ciento y 44 por ciento), lo que refleja la dificultad de determinar qué van a votar los estadounidenses, señalaba The New York Times. Pero por muchos problemas que pueda tener Bush en manejar las cuentas de casa, éstos quedan minimizados cuando se toca su tema estrella: la lucha contra el terrorismo. Aquí, el 68 por ciento de los encuestados asegura que el “comandante en jefe” tomaría las decisiones adecuadas en caso de que un nuevo atentado golpeara al país frente al 62 por ciento que obtiene Kerry. Aun así, existe un pequeño matiz que The New York Times puso de manifiesto. En la guerra de Irak, los estadounidenses no se identifican ya con la forma de ver la guerra que proyecta su presidente. Una mayoría opina que la guerra en Irak es una parte pequeña de la guerra global contra el terrorismo. Sólo el 37 por ciento afirma que es una parte fundamental de la guerra contra el terrorismo.
Pero quienes acudan a votar el primer martes después del primer lunes de noviembre parece que han escuchado algunos de los argumentos aportados por Kerry en los tres debates televisados a nivel nacional. Así, un 59 por ciento asegura que las políticas de Bush han favorecido intereses empresariales. Kerry se encuentra en mejor forma que cuando empezó el periplo televisivo. Antes del primer debate, The New York Times/CBS daba un 42 por ciento a Kerry frente al 50 por ciento que concedían a Bush. Dicho esto, y a pesar de su mejoría, el aspirante demócrata a la Casa Blanca sigue teniendo serios problemas para traducir el descontento de la ciudadanía con el estado de la nación en apoyo a su candidatura. “Hay desconfianza y renuencia del público a aceptarlo (a Kerry) como presidente”, declaraba a The New York Times Matthew Dowd, del equipo decampaña de Bush. “No creo que a la gente le guste sus políticas”, expresó Dowd. Inevitablemente, desde el lado demócrata las cosas se veían de otra manera. En opinión de Joe Lockhart, consejero de Kerry, los votantes ya lo tenían claro. “No tienen ninguna reserva. Las encuestas reflejan que cuando tienen que elegir, eligen a Kerry”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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George W. Bush y John Kerry de campaña en el crucial estado de Florida, donde ayer se votó por segundo día consecutivo.
 
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