EL MUNDO › EL FOREIGN OFFICE DIJO QUE CEDERA AL PEDIDO DE ESTADOS UNIDOS

Que sí, que no, en el redespliegue inglés

El gobierno británico se disponía ayer a ceder al pedido norteamericano de retirar sus tropas de Basora (sur iraquí) y enviarlas a Bagdad, para mostrar que su aliado no está solo en el terreno, a pesar de las reservas de la oposición y la furia de los medios de comunicación ante lo que consideran como un apoyo político en el tramo final de la campaña reeleccionista de George W. Bush. “Ninguna decisión sobre movilización de tropas será tomada a menos que sea militarmente clara y pueda realizarse”, aclaró el premier Tony Blair.
Un día después de la intervención del ministro de Defensa, Geoff Hoon, en la Cámara de los Comunes, el secretario del Foreign Office (Cancillería británica), Jack Straw, daba la impresión ayer de que la decisión ya había sido tomada. “Evidentemente nos dirigimos a una respuesta positiva”, reconoció Straw a la radio BBC, estimando que Londres “abandonaría a su aliado” si respondiera negativamente a un pedido de un nuevo despliegue de las tropas británicas que “se justificase operacionalmente”. Todavía no se dio la autorización oficial al traslado de unos 650 militares británicos, que actualmente se encuentran acantonados en Basora, hacia zonas más peligrosas, en el sector bajo mando norteamericano, en la zona sunnita. La opinión final del jefe de estado mayor británico, el general Michael Walker, será dada “durante esta semana”, se limitó a indicar Straw.
Actualmente unos 8500 militares británicos se encuentran desplegados en el sur de Irak.
No obstante, la prensa señalaba ayer que el acuerdo oficial de Londres a la solicitud estadounidense será dado mañana, durante la reunión de gabinete (gobierno restringido), antes de ser anunciada en la Cámara de los Comunes por Blair. Este señaló ayer que el pedido de Washington de enviar tropas británicas hacia zonas estadounidenses en Irak es “puramente militar” y “no tiene connotaciones políticas”. Al igual que algunos de sus ministros, Blair afirmó que “las únicas elecciones que conciernen a este tema son las previstas en Irak en enero de 2005”. Rechazó así implícitamente acusaciones de querer ayudar a Bush, quien a dos semanas de intentar su reelección es fuertemente cuestionado por el empantanamiento de la campaña.
Los supuestos detalles de ese repliegue en Irak son expuestos en la prensa desde hace varios días. Aparentemente los soldados involucrados pertenecen al regimiento escocés Black Watch, acantonado en Basora como fuerza de reserva. Según el Times del lunes, 650 hombres de Black Watch serán desplegados al sur de Bagdad, en ciudades como Iskandariya, Latifiya o Mahmudiya. Ese batallón será reforzado por un escuadrón de tanques Challenger 2, llevando el total de las tropas británicas involucradas a 750 hombres. El regimiento Black Watch podría ser reemplazado en el sur de Irak por 600 hombres del Queen’s Lancashire Regiment, destacados en Chipre. “Actualmente constituyen nuestra fuerza de reserva en Chipre y podrían ser llamados si fuese necesario”, confirmó el martes un portavoz del Ministerio de Defensa.

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