EL MUNDO › MASIVA HUELGA EN ITALIA CONTRA LOS PROYECTOS DE BERLUSCONI
Cómo parar la economía de Il Cavaliere
Por Enric González*
Desde Roma
En contra de la ley financiera. Este es el motivo principal de la huelga general que paralizó ayer parcialmente a toda Italia y que fue convocada por los tres sindicatos italianos más importantes: CGIL (Confederazione Nazionale del Lavoro), CISL (Confederazione Italiana Sindacati Lavoratori) y UIL (Unione Italiana del Lavoro). Los tres manifestaron su posición contraria a “una maniobra injusta y equivocada, una reforma fiscal desigual y a la falta del acuerdo sobre los contratos públicos”.
El paro fue acatado por el 80 por ciento de los trabajadores italianos, según datos de los sindicatos. Mientras algunos sectores siguieron la huelga durante cuatro horas, como el transporte público, aéreo, marítimo y los bancos, los sectores públicos y algunas provincias lo hicieron durante ocho. Los sindicatos italianos convocaron ayer a todos los trabajadores, tanto del sector público como del privado, para protestar contra la ley financiera del gobierno que debe equilibrar los presupuestos del Estado. Para los sindicatos es una ley “injusta, equivocada e inadaptada a la gravedad de la situación económica del país”. También protestaron contra la reforma fiscal que disminuirá los impuestos a partir del año próximo porque, según los sindicatos, beneficia sólo a los más ricos.
La huelga fue apoyada por todos los funcionarios públicos, para quienes el paro fue de ocho horas, porque, además de estar en contra de la ley financiera, exigen que se revise su contrato en relación a la inflación. El gobierno ha aceptado un aumento del 4,2 por ciento del sueldo, mientras los sindicatos pedían el 8 por ciento. El sector público se ve también afectado por el plan del gobierno para disminuir los impuestos, ya que está previsto una reducción de 75.000 puestos de trabajo en dos años a partir del próximo. También se paralizó la sanidad pública por ocho horas, manteniéndose el servicio para las emergencias. Las universidades y los institutos de investigación cerraron las puertas por todo el día, no así la escuela pública, porque ya se había manifestado el pasado 15 de noviembre contra la reforma prevista por el Ministerio de Educación, que prevé una disminución de 300 millones de euros para la instrucción pública y la reducción del 2 por ciento del cuerpo docente. El sector del transporte, donde la huelga tuvo un acatamiento de cerca el 80 por ciento según los sindicatos, se paralizó durante cuatro horas. Los tres secretarios generales de los sindicatos estuvieron presentes en Milán, Turín –las ciudades más representativas de la industria italiana– y Venecia. Durante los mitines, Gugliemo Epifani en Milán (CGIL), Savino Pezzotta en Venecia (CISL) y Luigi Angeletti (UIL) en Turín recalcaron la grave situación económica que está atravesando Italia, que tiene el mayor endeudamiento público de la Unión Europea y el tercero del mundo. Los mitines fueron seguidos por 100.000 personas en Milán, 40.000 en Venecia y 55.000 en Turín, según cifras de los sindicatos, que también anunciaron que la huelga fue acatada por el 80 por ciento de los trabajadores de toda Italia. Esta es la quinta huelga general contra el segundo gobierno Berlusconi, después de 20 años en los que no había habido ninguna huelga de este carácter.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.