EL MUNDO
Una Cruz muy Roja por los abusos de W. en Guantánamo
El Comité Internacional de la Cruz Roja entregó un informe confidencial al gobierno norteamericano acusando a las autoridades de Guantánamo de prácticas “equivalentes a la tortura”.
Por Andrew Buncombe *
Desde Washington
La Cruz Roja ha acusado a la administración Bush de hacer la vista gorda a la tortura intencional física y psicológica de los prisioneros cautivos en la bahía de Guantánamo. También acusó a los médicos de estar en connivencia con los interrogadores en lo que resultó ser una “flagrante violación de la ética médica”. En un informe confidencial fuera de lo común a las autoridades norteamericanas, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo que los guardias militares e interrogadores en la prisión usaron deliberadamente coerción física y psicológica “equivalente a la tortura”. También decía que sus funcionarios habían sido testigos de un tratamiento “refinado y represivo”.
El informe de la Cruz Roja (la única organización independiente con permiso para visitar a los prisioneros) fue redactado después de una visita de su equipo de inspección en junio pasado. El informe indica que el CICR había descubierto un sistema diseñado para quebrantar la voluntad de los 550 prisioneros por medio de “actos humillantes, confinamiento solitario, extremas temperaturas y la imposición de posturas forzadas”.
Y agregó: “La construcción de tal sistema, cuyo objetivo establecido es conseguir información para inteligencia, no puede ser considerado de otro modo que como un sistema de cruel, inusual y degradante tratamiento, y una forma de tortura”. El CICR rechazó confirmar ayer la autenticidad del informe, cuyos contenidos fueron publicados por The New York Times. Si bien la organización ha criticado previamente el tratamiento a los prisioneros en ese campo, sostuvo que sólo podía asegurarse la continuidad del acceso a esos prisioneros insistiendo en que sus comentarios se mantuvieran en privado. “El contenido de las exposiciones e informes del CICR son confidenciales y para la exclusiva atención de las autoridades de detención pertinentes”, sostuvo una declaración. “El CICR usa sus intercambios con los gobiernos para dejar en claro su preocupación y recomendaciones respecto de la situación en los centros de detención y exigir los cambios que sean necesarios. La bahía de Guantánamo no es una excepción.”
Pero mientras que el informe del CICR es notable por la aspereza de su lenguaje, los alegatos que hace no son nuevos. En este mismo año, cuatro prisioneros británicos que habían sido liberados sin cargos de la cárcel, después de más de cuatro años, compilaron un informe detallado que alegó que sus compañeros de celda eran sujetos a un régimen al estilo de la tortura de Abu Ghraib, además de abusos y humillaciones sexuales. Louise Christian, una abogada de Londres que representa a dos de los cuatro británicos que aún están cautivos, dijo anoche: “Doy la bienvenida a este informe pero deseo que hubiera salido a la luz antes. Sé que Martin Mubanga (uno de los prisioneros) se ha quejado de la tortura y sé que Feroz Abbasi (otro prisionero) dice que ha sido torturado y sometido a humillación religiosa y sexual. Todas estas historias son consistentes unas con otras”. Y agregó: “Espero que el gobierno norteamericano dé la cara y advierta algo al respecto. Este es un escándalo que no se irá”. Sumado al tratamiento al que se sometió a los prisioneros, el informe del CICR alega que los médicos han estado asistiendo a los interrogadores al proveerles información sobre el estado mental de los cautivos y sus vulnerabilidades. Los británicos que fueron liberados en marzo afirmaron que el modo en que los interrogadores y los guardias los trataron fue cuidadosamente previsto y diseñado para provocar el máximo impacto.
Michael Ratner, director de Centro por los Derechos Constitucionales de Nueva York, un grupo sin fines de lucro que ha iniciado varios litigios de parte de los prisioneros, dijo: “El informe es extraordinario... Lo que está ocurriendo es una seria violación del derecho penal internacional. El lenguaje de las autoridades es orwelliano. Dicen que le han dado un trato digno a los prisioneros pero la Cruz Roja dice que ese trato equivale a la tortura”. El Pentágono insiste en que los prisioneros están siendo tratados humanamente, a pesar de que la administración de Bush se ha rehusado a darles los derechos de la Convención de Ginebra. Larry di Rita, vocero del secretario de Defensa Donald Rumsfeld, dijo ayer que los funcionarios de la Cruz Roja “han dado a conocer su punto de vista”. “Es su punto de vista (que no es compartido por la administración)”, agregó.
La abrumadora mayoría de los prisioneros de la bahía de Guantánamo es mantenida bajo cautiverio sin acceso a abogados. En el verano pasado, la Corte Suprema estableció que los prisioneros deberían tener acceso a tribunales. La administración de Bush no ha cumplido con esto.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página 12.
Traducción: Alicia B. Nieva.