EL MUNDO › PERDIERON LOS INDEPENDENTISTAS EN TAIWAN
Buenas noticias para China
China obtuvo un punto importante en Taiwan, la isla rebelde que considera como parte de su territorio. La oposición obtuvo una clara victoria en las elecciones legislativas de ayer en Taiwan, conservando la mayoría absoluta en el parlamento, y propuso de inmediato mejorar las relaciones con China. Declaró un responsable de la comisión electoral (CEC), que los partidos más conciliadores con Pekín obtuvieron la mayoría absoluta, con 114 de los 225 escaños frente a los 101 de los partidarios del presidente Chen Shuibian. Los otros diez diputados corresponden a candidatos independientes, dos de los cuales están relacionados con el Kuomintang (KMT), la principal formación de la oposición.
El resultado supone un revés para el presidente Chen, que quería conseguir el respaldo del parlamento para su proyecto de nueva Constitución antes de que finalice su mandato en 2008, arriesgándose a provocar un conflicto con China. “Hemos conseguido un total de 116 escaños y conservamos la mayoría” con un diputado más que en el parlamento saliente, dijo el secretario general del KMT, Lin Feng-cheng, incluyendo a los dos independientes. El líder de la oposición, Lien Chan, defendió la reanudación del diálogo con China, cuyas relaciones con Chen son execrables. “Las relaciones entre ambos lados del estrecho (de Formosa), son el factor crucial del desarrollo de Taiwan”, dijo.
La coalición independentista, dirigida por el Partido Demócrata Progresista (DPP) del presidente Chen, esperaba arrebatar el control del parlamento a la alianza dirigida por el KMT. Pero el dirigente reconoció su derrota y asumió “la entera responsabilidad” de unas cifras que están “muy por debajo de nuestras expectativas preelectorales”. Chen, reelegido con una ventaja de sólo 0,2 por ciento de los votos en marzo, esperaba tener la mayoría del parlamento para adoptar el principal proyecto de segundo mandato. En el Parlamento elegido en diciembre de 2001, los partidos en el poder tenían 100 diputados, frente a los 115 de la oposición y los diez independientes. Chen pensaba someter a un referéndum el año que viene la nueva Constitución, un peligroso paso para Pekín hacia la independencia formal de la isla, pero los votantes prefirieron no arriesgar.