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Tres bombas estallaron ayer en Filipinas, matando a nueve personas e hiriendo a 104, en una serie de concertados atentados que fueron reivindicados por el grupo local de Al Qaida, Abu Sayaf. En Manila, tres personas murieron y 60 fueron heridas en un atentado con bomba cometido al anochecer contra un autobús en el distrito financiero de Makati. En el sur de la capital, el estallido de una bomba escondida en un triciclo frente a un centro comercial causó cinco muertos y 36 heridos. Dos horas antes había muerto un niño de doce años y habían sido heridas ocho personas en un atentado contra una terminal de micros en Davao, en la isla de Mindanao, indicaron fuentes oficiales locales.