EL PAíS
Pontaquarto se careó con uno de los supuestos repartidores de coimas
Fue en la causa por el pago de sobornos por la Reforma Laboral. Pontaquarto reiteró que Martín Fraga Mancini, quien trabajaba junto al senador Costanzo, repartió coimas. Pero éste lo negó.
Por Adriana Meyer
El arrepentido ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto reiteró ayer que Martín Fraga Mancini, colaborador del ex senador justicialista Remo Costanzo, distribuyó entre los legisladores parte de la coima pagada para aprobar la Reforma Laboral durante el gobierno de la Alianza. Durante el careo al que Pontaquarto y Fraga Mancini fueron sometidos por disposición del juez federal Daniel Rafecas, el ex colaborador de Costanzo volvió a negar su participación en la entrega de dinero, tal como lo hizo cuando fue indagado. Sin embargo, Pontaquarto lo descalificó al asegurar que “recibió presiones” para desconocer el hecho.
Este tipo de confrontación de versiones no suele arrojar mayores resultados porque, en general, cada uno de los careados se mantiene en su posición. Aunque la gracia está en que hablen entre ellos, ayer el juez Rafecas les prohibió hacerlo. Según relató a Página/12 una fuente del caso, Pontaquarto acusó a Fraga Mancini de no haber tenido coraje de asumir lo que había pasado, y fue en ese momento que el juez los paró. Quienes conocen a los acusados se sorprendieron de que, a pesar de la amistad que supieron mantener, Fraga Mancini insistiera en tratarlo de usted a Pontaquarto, aunque por momentos se le escapaba algún “Mario”.
“Volvió a negar su participación en todo, pero es una persona muy débil y no pudo contestar ninguna de las preguntas que le hice”, dijo luego Pontaquarto. El “arrepentido” consideró que Fraga Mancini “recibió presiones”, porque “los senadores no iban a permitir que contara la verdad”. Ante el juez Rafecas, Fraga Mancini rechazó haber mantenido conversaciones o trato frecuente con Pontaquarto, lo que éste trató de desmentir contando pormenores sobre la actividad de familiares del empleado del Senado y algunas características relacionadas con su residencia y modo de vida. Pontaquarto recordó que, luego de que él denunciara el pago de los sobornos, Fraga Mancini “fue dado de baja del Senado” pero que, más tarde, “algo habrá ocurrido para que (los senadores) José Luis Gioja, Carlos Verna y Jorge Yoma pidieran su reincorporación”.
Según Pontaquarto, Fraga Mancini le había anticipado que “los iban a embromar a todos”, y le pidió “una mano para que no le intervinieran el Registro del Automotor que está a nombre del padre”. Su circunstancial oponente lo desmintió. Sin embargo, el arrepentido admitió haber hecho gestiones ante el senador José Genoud por este tema. En varias oportunidades, Fraga Mancini se manifestó “ofendido” por lo que considera es una “injusticia”, y destacó que él está “inspirado por la sociedad”. Fraga Mancini está imputado en la causa porque Pontaquarto, cuando en diciembre de 2003 admitió haber transportado y entregado unos 5 millones de pesos para el pago de los sobornos, sostuvo que sabía sobre el cobro de las “coimas” para votar la ley laboral.
Tras el careo, Pontaquarto amplió su indagatoria, ya que por un trabajo realizado con el entrecruzamiento de llamadas se le pidió que proporcionara algunos datos que no aparecían en su agenda. La causa se encuentra otra vez en etapa de instrucción porque la Cámara Federal declaró la nulidad de los procesamientos de los principales imputados (Fernando de Santibañes, Emilio Cantarero, Genoud y Pontaquarto) y ordenó la realización de más medidas de prueba. En los próximos días, Pontaquarto también se enfrentará en un careo con Gladys Mota, secretaria del ex jefe de la SIDE De Santibañes.