EL MUNDO › EE.UU. PIDE A ISRAEL QUE CUMPLA
SUS OBLIGACIONES SOBRE LAS COLONIAS

La mano de W2 a Sharon sobre Gaza

Bush le dio su respaldo al premier en el plan de desalojo de Gaza, pero pidió que congelara la expansión de un asentamiento en Cisjordania.

Por Rupert Cornwell *
Desde Washington

George W. Bush trató ayer de preservar la posición hacia los asentamientos israelo-palestinos, apoyando el controvertido plan de Ariel Sharon para retirarse de Gaza, pero instando al premier israelí a revertir una planeada expansión de un asentamiento clave en Cisjordania, a la que los palestinos fuertemente se oponen. La cumbre, la primera visita de Sharon al rancho en Texas del presidente, llegó en un momento especialmente delicado, en medio de una renovada violencia en Gaza que amenaza el cese de fuego de dos meses y de una creciente protesta interna de la derecha israelí contra el desmantelamiento de los asentamientos en julio y agosto.
“La tensión, la atmósfera en Israel se parecen a la víspera de una guerra civil”, le dijo Sharon a la televisión NBC antes de su conversación con Bush. “Toda mi vida he defendido a los judíos, ahora por primera vez estoy dando pasos para defenderme de los judíos”, dijo. Sus comentarios, una velada sugerencia de que podría tener el mismo destino que Yitzhak Rabin, el ex primer ministro asesinado por los extremistas judíos en 1995, no sólo fueron un anticipo del argumento que usaría con Bush. También era parte de una batalla más amplia para la opinión pública aquí, destinada a convencer a los estadounidenses de que Sharon ha hecho todo lo posible para promover un acuerdo y que ahora le toca al nuevo líder palestino, Mahmud Abbas, hacer su parte para desarmar y desbandar a los grupos militantes.
Pero Bush hizo saber que continuaría presionando a Israel a que detenga los planes de expandir el asentamiento de Maale Adumin, cerca de Jerusalén y el asentamiento más grande en Cisjordania. “Lo que digo públicamente lo digo en privado”, declaró el presidente la semana pasada. “La Hoja de Ruta (plan de paz) tiene claramente obligaciones sobre los asentamientos y esperamos que el primer ministro cumpla con las mismas.” Aunque una mayoría de israelíes apoya el retiro de Gaza, los altos funcionarios insisten en que la planeada construcción de 3650 nuevas casas es vital para aplacar a los opositores de derecha. Además –sostienen–, la nueva construcción solamente reconoce las propias declaraciones públicas de Bush que un retorno a las fronteras de 1967 era imposible en la práctica, y que Israel se quedaría con una pequeña porción de Cisjordania según un acuerdo final.
Pero los palestinos señalan que la expansión separaría a barrios árabes en Jerusalén oriental, negándoles así el acceso territorial a la capital que siempre ha sido una condición no negociable palestina en las negociaciones de paz. También señalan otras declaraciones anteriores de Sharon y sus altos asesores, que sugieren que la verdadera estrategia de Israel es usar la retirada de Gaza para congelar el proceso de paz, dejando a Israel con el 7 por ciento de Cisjordania, la total pertenencia de Jerusalén y un “cerco” entre Israel y las áreas controladas por los palestinos.
El resultado sería un territorio palestino consistente en Gaza y áreas a lo largo de Cisjordania, en lugar de un Estado palestino viable que se revela en la Hoja de Ruta. Es posible, sin embargo, que el retiro de Gaza provoque una movida que vaya más allá de lo que Sharon querría. Shimon Peres, el líder del Partido Laborista y él mismo un ex primer ministro, le dijo al Washington Post la semana pasada: “Pero no pueden detener los aires de la historia. Si la retirada de Gaza se completa, se creará una situación totalmente nueva, y Sharon tendrá que confrontarse a ella”.
Ayer, las tensiones parecieron ceder en Gaza después de la muerte de tres adolescentes palestinos durante el fin de semana. Pero en otra señal de probables futuros problemas, el gobierno dijo que el ejército israelí intenta desarmar a los residentes de cuatro asentamientos judíos en Cisjordania que también deben ser desmantelados este verano. La precaución es una señal de la creciente preocupación por que la resistencia de los colonos en Cisjordania puede ser mucho más difícil de manejar que la de laFranja de Gaza. El acceso de los extremistas israelíes que ya viven en Cisjordania a los cuatro pequeños asentamientos del norte es relativamente fácil, aumentando el riesgo de confrontaciones armadas. Ayer, además, los colonos en cuestión dijeron que ellos no entregarían sus armas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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El presidente George W. Bush recibe al premier israelí, Ariel Sharon, en su rancho en Texas.
 
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