EL MUNDO › LOS ARGENTINOS POLEMIZAN CON EL PAPA, SEGUN UN SONDEO
Menos papista que un argentino
Por Raúl Kollmann
“Para mi sorpresa, el papa Juan Pablo II es una personalidad discutida en la Argentina” –se asombra el sociólogo Heriberto Muraro–. “Yo esperaba encontrarme con porcentajes del 90 por ciento de adhesión y elogio y en cambio, en nuestra encuesta de esta semana, percibimos algo muy distinto. Respecto de su papel en el conflicto con Chile, Juan Pablo II está discutido, aunque hay más opiniones a su favor. En cuanto a su aporte a fortalecer la confianza en la Iglesia Católica, la mitad de la gente dice que sí la fortaleció y la otra mitad afirma que poco y nada; y en cuanto a los normas de conducta sexual, los argentinos esperan ahora un papa muy distinto, lo que significa que en ese terreno cuestionan totalmente al Pontífice recientemente fallecido.”
Este análisis surge de la encuesta semanal que realizaba la consultora Telesurvey, que lidera Muraro, que cada siete días entrevista por vía telefónica a 300 ciudadanos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. La muestra es al azar y se respetan las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.
–¿La explicación es que la sociedad argentina es poco creyente?
–No, de ninguna manera. Todos nuestros estudios anteriores indican que es una sociedad muy creyente.
–Tal vez al hacerse la encuesta telefónica, se percibe a un sector de clase media menos creyente, mientras que en los sectores más humildes, que son mayoría, los elogios a Juan Pablo II son abrumadoramente mayoritarios.
–En la Capital Federal toda la población tiene teléfono, en cambio en el Gran Buenos Aires efectivamente estamos ante una muestra que es más de clase media. Sin embargo, en los estudios anteriores que hemos hecho, en los sectores humildes creen más en algún santo, pero para nada son más religiosos que la clase media. Incluso le diría que desde el punto de vista de la moral sexual, son menos clericales que la clase media. Atención que la clase media no es ni una aristocracia ni lo que llamábamos psicobolches. La encuesta puede tener, por ser telefónica, un leve sesgo, pero para nada significativo. Tampoco veo que haya tenido la menor influencia el debate sobre el obispo Antonio Baseotto ni la decisión del presidente Néstor Kirchner de no viajar al Vaticano.
–Entonces ¿qué es lo que explica que el Papa sea una figura discutida?
–Creo que la encuesta expresa una visión contradictoria respecto de la Iglesia. Hace ya muchos años que la gente ve en ella posturas cuestionables en aspectos básicos de la vida moderna. La restricción a la anticoncepción, al uso de profilácticos, al aborto, a las relaciones homosexuales. Nosotros hemos hecho encuestas recientes en las que ya se percibe una mayoría a favor de la despenalización del aborto e incluso que se permita que se hagan en los hospitales. La sociedad argentina es poco proclive a las normas, pero yo diría que en el terreno moral es muy liberal –concluye Muraro.