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Anoche se esperaba la llegada de una misión “bastante grande” de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Quito, que dialogará con diversos sectores de Ecuador, con miras a consolidar la democracia nacional. Cuba declaró que la actual situación de Ecuador debe ser resuelta “sin injerencia extranjera”. El nuevo gobierno intentó tranquilizar a Estados Unidos al anunciar que mantendría la línea de su antecesor con respecto a la lucha antidrogas. Washington todavía no ha reconocido de manera formal al nuevo gobierno.
“Es una misión bastante grande en cuanto al número y también la calidad de sus integrantes”, dijo el jefe de esa institución en la capital ecuatoriana, Carlos María Ocampos. “El sentido de la misión es apoyar al Ecuador en la consolidación de su proceso democrático”, manifestó. Ocampos indicó que la misión de la OEA tomará contacto con diferentes sectores ecuatorianos y luego presentará un informe ante su Consejo Permanente. Los enviados de la OEA llegan al país sudamericano luego de que una grave crisis política, judicial y social derivara en el derrocamiento del presidente constitucional Lucio Gutiérrez, quien está asilado en Brasil, y la asunción del vicepresidente, Alfredo Palacio. El gobierno de Palacio ha puntualizado que la misión de la OEA “no hará un análisis jurídico sobre la sucesión presidencial, sino que intentará facilitar el diálogo y la participación constructiva de todos los sectores de la sociedad ecuatoriana en el fortalecimiento de la institucionalidad democrática”.
La Cancillería cubana difundió una declaración sosteniendo que “una vez más se mueve la mano injerencista de Estados Unidos y su más fiel instrumento, la OEA”, con respecto a los hechos en Ecuador. “La situación debe ser resuelta por los ecuatorianos, sin ningún tipo de injerencia extranjera, en estricto apego a los principios de soberanía, independencia y autodeterminación”, recalca la declaración. La Cancillería de la isla caribeña opina que “es una vergüenza que la OEA acuda ahora a la llamada Carta Democrática, insista en cuestionar el procedimiento aplicado para sustituir al anterior presidente y dilate la toma de una posición clara”.
El canciller de Ecuador, Antonio Parra Gil, anunció que solicitó la renuncia de 110 funcionarios del servicio exterior, nombrados por el gobierno anterior. “Todos los funcionarios nombrados por Gutiérrez están fuera, claro que habrá algunas excepciones que tienen sus méritos, pero un porcentaje muy alto es basura”, manifestó el nuevo canciller.
El nuevo gobierno anunció que mantendría la línea de su antecesor con respecto a la lucha antidrogas, intentando tranquilizar a Washington, que todavía no ha reconocido formalmente al gobierno de Palacio. Tras conocer la noticia, la embajadora de Estados Unidos en Quito, Kristie Kenney, afirmó: “Nunca hemos roto relaciones”.