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Al menos 60 personas murieron ayer en un ataque contra una mezquita chiita de Mussayeb, 60 kilómetros al sur de Bagdad, perpetrado con un camión cisterna cargado con combustible. El estallido del camión de combustible provocó el incendio en edificios contiguos al templo y causó heridas a 86 personas. Heridos trasladados al hospital de Hilla relataron a periodistas que la llamarada tras la explosión les causaron quemaduras en todo el cuerpo, a pesar de encontrarse a distancia. Ammar Al Karaguli, de 40 años, relató: “Vi a padres lanzar a sus hijos desde las ventanas y los balcones de un edificio en llamas, y vi cuerpos carbonizados”. Abdel Karim, de 35 años, dijo que la explosión fue de tal potencia que, estando él a 60 metros del lugar, fue lanzado contra una pared y se rompió un brazo y una pierna. Otras 15 personas, entre ellos tres soldados británicos y nueve policías iraquíes, murieron en ataques, mientras la policía redoblaba la vigilancia en Bagdad un día después de una ola de atentados que dejó 33 muertos.