EL MUNDO › LULA RATIFICO LA POLITICA ECONOMICA
“Vencer a la crisis”
“De la misma forma como vencimos el desafío de la crisis económica, la crisis política también será vencida”, fue el modo en que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en un mensaje a la nación difundido por radio y televisión con ocasión de la conmemoración del Día de la Independencia de Brasil, salió a defender ayer su gestión y decir que el rumbo económico “no cambiará”. Lula encabezó además ayer un desfile cívico-castrense por la celebración de los 183 años de la proclamación de la independencia del país, donde fue recibido con aplausos pero también con abucheos de esposas de militares. Al mismo tiempo, movimientos sociales brasileños se manifestaron ayer contra la corrupción y la política económica del gobierno, en una nueva edición del denominado “Grito de los excluidos”, que este año llegó a su 11ª edición.
En su mensaje a la nación, Lula hizo declaraciones sobre la crisis política que vive su gobierno y las perspectivas de la bonanza económica, que la oposición atribuye a la coyuntura internacional. “Será vencida por el Congreso, por el gobierno y por el pueblo brasileño”, agregó, para seguidamente indicar que “será vencida con la investigación cabal de todas las denuncias y con el castigo riguroso de los culpables”. El mandatario advirtió que “las turbulencias políticas no van a sacar al gobierno de su rumbo”, refiriéndose sobre todo a la política económica. El de ayer fue el octavo mensaje grabado previamente que dirigió el presidente a la sociedad desde que asumió el cargo y el primero sin el asesoramiento del empresario de publicidad Duda Mendonça, salpicado por denuncias de corrupción.
El mandatario ocupó en la mañana de ayer el palco de honor para abrir el desfile en la Explanada de los Ministerios, acompañado por su esposa Marisa Letícia, y por el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, quien cumple una visita oficial a Brasil. Los aplausos a Lula provinieron de los palcos de invitados, frente a la tribuna desde la que el presidente encabezó el desfile luego de ingresar a la explanada en un auto descapotable, y de una concurrencia estimada por la policía en más de 30.000 personas, aunque las autoridades esperaban 50.000. A unos cuantos metros, frente al Ministerio de Hacienda, un grupo de esposas de militares abuchearon al presidente y gritaron a coro “fuera Lula traidor”. La presidenta de la Unión Nacional de las Esposas de Militares de las Fuerzas Armadas (Unenfa), Ivone Luzardo, declaró que la protesta obedeció a las denuncias de corrupción contra el gobierno y al relegamiento salarial de las fuerzas armadas, por lo que pidió un aumento de sueldos del 23 por ciento para los militares.
Brasil se vio ayer no sólo inundado por actos oficiales por la celebración de la independencia, sino también por manifestaciones contra el desempleo, las altas tasas de interés, la política económica conservadora y la falta de una efectiva reforma agraria, además de contra la corrupción en el gobierno y en el Congreso, que ha generado la peor crisis política de Brasil desde 1992.
La principal manifestación fue “El Grito de los Excluidos” organizada por la Iglesia Católica, la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT) y el Movimiento de los Trabajadores sin Tierra (MST) en Brasilia y en las principales ciudades del país, San Pablo, Río de Janeiro, y la emblemática localidad de Aparecida, donde está la catedral que guarda a la patrona de Brasil, la virgen de Aparecida. Dicha manifestación se realiza hace 11 años el 7 de septiembre, Día de la Independencia brasileña de la corona portuguesa, y este año se desarrolló en todo el país bajo el lema “En nuestras manos está el cambio”. El manifiesto del Grito reiteró este año su oposición al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el Fondo Monetario Internacional (FMI), las políticas neoliberales y el pago de la deuda externa, además de reclamar “cambios profundos en la política económica del gobierno” de Lula.