EL MUNDO › LOS IRAQUIES ACUDIERON EN FORMA MASIVA AL REFERENDUM DE AYER

Votar de a pie en un país fantasma

Un 61 por ciento de los iraquíes concurrió a votar en el referéndum constitucional de ayer en Irak. La violencia fue escasa, en medio de medidas de seguridad que incluyeron la prohibición del tránsito vehicular. Se esperaba un triunfo del “sí” a la Carta Magna.

Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad

Usualmente hay embotellamiento de tráfico en el centro de Bagdad, pero ayer la capital parecía una ciudad fantasma, con todas sus calles vacías más allá de algún ocasional patrullero azul y blanco. En todo el país, una población profundamente dividida votaba una Constitución que se espera que amplíe aún más sus diferencias. Mientras los kurdos y árabes chiítas estaban a favor del documento, los árabes sunnitas estaban fuertemente en contra, aunque había desacuerdo entre ellos acerca de si debían mantenerse apartados de la votación o votar ‘No’. Los resultados se conocerán entre hoy y mañana.
Todos los vehículos tuvieron prohibido ayer circular por las calles de las ciudades para prevenir ataques con coches bomba, por lo que los votantes tuvieron que ir caminando a los 6100 centros de votación, protegidos por soldados y policías. Fueron registrados antes de entrar y tuvieron que dejar sus teléfonos celulares afuera para evitar que fueran utilizados para detonar una bomba. Pero ayer por la tarde no se habían reportado importantes estallidos de violencia, y de hecho fue uno de los días más pacíficos que el país experimentó por un largo tiempo. La comunidad chiíta, a la cual pertenecen 60 por ciento de los iraquíes, parecía ir a la votación en masa, haciendo caso a los consejos de los líderes religiosos.
“Estamos contentos de estar aquí para votar por la Constitución, que será beneficiosa para todos los iraquíes,” dijo Bilma Kamil Awad, dueño de tres comercios de venta de artículos electrónicos, mientras esperaba para votar con su familia. Awad acababa de entrar a la escuela secundaria Mohammed Baqr al-Hakim, cuyo nombre proclama las lealtades religiosas y políticas del barrio. Su nombre se debe al líder mártir del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak, el partido militante religioso chiíta, asesinado por una bomba en Najaf en 2003.
En áreas chiítas de núcleo duro como ésta, donde no hay sunnitas, casi todos los votos son a favor de la Constitución. Zeinab Awad Mahmouf, rodeada de sus hijos, confirmó que votaría “Sí” por la Constitución, como lo ordenó la jerarquía religiosa chiíta. Otros votantes chiítas dijeron que las órdenes de sus líderes religiosos eran las razones principales por las cuales apoyaban la Constitución. Los chiítas, que no se han vengado a pesar de las salvajes embestidas de atacantes suicidas, creen firmemente que gobernarán Irak en el futuro. Los votantes no dan importancia al riesgo de guerra civil, argumentando que no hay diferencias entre sunnitas y chiítas, y que han vivido juntos por siglos.
La única voz disidente en este centro de votación era Hassan al Rubayie, secretario general de un partido nacionalista llamado Movimiento de la Democracia. “Voté por el `No’, aunque soy chiíta, porque no creo en mezclar política y religión. Los iraquíes están divididos acerca de la Constitución. Creo que se aprobará, pero marcará el comienzo de una era oscura en Irak.” A lo largo del río Tigris, en áreas sunnitas de la capital, muchos votantes habrían coincidido con él. Hassan Ali, un ingeniero en el distrito sunnita Khudat, dijo que él y todos sus vecinos votaron por el ‘No’, muchos motivados por lo que consideraron como una traición del Partido Islámico Iraquí, que rompió filas con otros grupos sunnitas en el último minuto y apoyó la Constitución.
Luego de intensas presiones de Estados Unidos la semana pasada, se logró un acuerdo por el cual la Constitución votada ayer puede ser enmendada por la Asamblea Nacional el año que viene. Esto condujo al Partido Islámico a cambiar su posición, pero los críticos dicen que los sunnitas nunca tendrán suficientes miembros en el Parlamento para realizar enmiendas significativas a la Constitución.
Los sunnitas se oponen a las nuevas leyes federales bajo las cuales los poderes militares, políticos y financieros estarán en dos regiones chiítas y kurdas, el sur y el norte, debilitando el gobierno central. El voto sunnita está dividido entre aquellos que boicotean o tienen miedo de ir a votar, y aquellos que votan “No”. Mientras que hubo una fuerte concurrencia en la ciudad sunnita de Tikrit, pocos votantes salieron a las calles en Mosul, Ramadi y Haditha. Un volante en Mosul mostraba la figura de un Tío Sam inclinándose sobre un votante retratado como un burro. La urna representada era de hecho una trituradora. “Quédense en casa. No crean en la Constitución,” rezaba la leyenda.
Esta división en el voto sunnita hace poco probable, como parecía posible en una etapa, que puedan vetar la Constitución por medio de lograr una mayoría de dos tercios en contra en tres provincias. Esto es probable en Anbar, pero en las otras tres provincias de mayoría sunnita –Nineveh, Salahadin y Diyala– hay significativas minorías chiítas y kurdas que votarán posiblemente a favor de la constitución.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.

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Civiles iraquíes van y vienen de votar ayer en una Bagdad sin vehículos.
 
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