EL MUNDO › TENIA ENTRE 10 Y 13 AÑOS Y ATACO UN CONVOY POLICIAL
Un menor se inmola en Irak
La resistencia ya no es sólo cosa de grandes. Un niño de 10 a 13 años se inmoló ayer en la ciudad del norte iraquí, Kirkuk. El objetivo era el jefe de la policía local y miembro regional del partido Unión Patriótica del Kurdistán, el coronel Jattab Abdallah Areb. El y dos de sus acompañantes quedaron gravemente heridos, todavía con pronóstico reservado. En el resto del país, varias explosiones y atentados dejaron un saldo de dos muertos, ocho heridos y tres secuestrados. El ejército estadounidense informó que otro soldado murió ayer en un atentado, elevando el número de bajas norteamericanas a 2026.
Según declaró Abdallah Areb, el niño de 10 a 13 años corrió hacia el convoy militar en el que viajaba con un cinturón de explosivos bajo la ropa y los hizo detonar justo cuando los vehículos reducían su velocidad cerca de un puesto de control en la ciudad, ubicada a unos 300 kilómetros al norte de Bagdad. El coronel Abdallah Areb, comandante de la policía de Kirkuk y miembro regional del partido Unión Patriótica del Kurdistán, resultó herido en el abdomen, el pecho y en una pierna, y fue rápidamente internado en el hospital de la ciudad en estado reservado. Los otros dos heridos fueron el chofer de Areb y uno de sus guardaespaldas.
La policía de Kirkuk también informó que dos bombas explotaron dejando dos policías y tres soldados iraquíes heridos. Cerca de Madain, 35 kilómetros al sur de Bagdad, una mujer y un niño murieron ayer cuando una bomba estalló en una ruta. En la región de Sada, tres kilómetros al norte de Bakuba, otra bomba explotó junto a una patrulla militar iraquí, hiriendo gravemente a tres soldados.
En tanto, y como gesto de “buena voluntad” para celebrar el fin de Ramadán, el ejército estadounidense aseguró ayer en un comunicado que liberará a fines de esta semana a 500 prisioneros de la cárcel de Abu Ghraib, sumándose a los mil que liberaron durante el mes de octubre. Los detenidos, que inicialmente iban a ser liberados ayer llevándose un Corán, 25 dólares y una camiseta blanca cada uno, fueron examinados por un comité dirigido por iraquíes que determinó que no habían cometido delitos graves: “Estos detenidos han confesado sus delitos, renunciado a la violencia y prometido ser buenos ciudadanos iraquíes”, señaló el comunicado. Las tropas estadounidenses mantienen a 13.885 detenidos en Irak, entre ellos 5074 en Abu Ghraib, la cárcel que se hizo tristemente famosa el año pasado por las imágenes de soldados estadounidenses abusando y torturando a presos iraquíes.
En el terreno político, el presidente de Irak, Yalal Talabani, rechazó ayer el uso del territorio de su país para un eventual ataque militar contra Siria, aunque admitió: “Este es mi comentario personal, como Yalal Talabani. Sin embargo, últimamente me he visto limitado en mi capacidad de desafiar al ejército de Estados Unidos y no puedo imponerle mi opinión”.