EL MUNDO
Fidel, el más sano
En un acto celebrado el jueves a la noche en la Universidad de La Habana, el presidente de Cuba, Fidel Castro, durante un discurso de casi seis horas que pronunció de pie, dijo estar en óptimo estado de salud y mostró su pulso firme para burlarse de un informe de la CIA que le atribuyó el Mal de Parkinson. Castro, quien al llegar hizo un despliegue de rebosante salud caminando entre cientos de jóvenes que lo aclamaban en la calle, dedicó, en forma poco usual, una parte del discurso a referirse a su suerte personal. El presidente cubano habló de la posibilidad de su muerte y, aún más allá, del futuro de la Revolución Cubana al referirse al inevitable relevo generacional y recordar que todo está ya listo para echar a andar el engranaje de la sucesión. Desplegando un amplio listado de autocríticas y errores cometidos por su revolución, Castro anunció a los cubanos lo que está por venir: un fuerte ajuste económico y una guerra sin tregua contra la corrupción y las ilegalidades que carcomen a la sociedad y el sistema comunista de la isla. Con dureza, arremetió contra los “parásitos que no producen nada”, “los ladrones” y a los que ha llamado los “nuevos ricos”, surgidos durante la crisis de los años ’90 y que viven del mercado negro y la corrupción.