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Ladrones mataron a balazos a una mujer policía en Bradford, en el noreste de Inglaterra, y dejaron malherido a su compañero cuando los dos oficiales respondieron a un robo a mano armada en una agencia de viajes. La zona del hecho, en pleno centro de la ciudad, fue cerrada al público y cercada, mientras que los investigadores empezaban a recoger pistas para detener a los asaltantes que seguían prófugos. El primer ministro Tony Blair dijo que estaba “shockeado y apenado” por la muerte. Informes no confirmados dijeron que ambos oficiales eran reclutas relativamente nuevos, posiblemente de 20 a 25 años, con menos de dos años de servicio. Más de una docena de oficiales, algunos de ellos armados y otros usando chalecos antibala, patrullaban el área y otros reunían evidencias. El presidente de la federación de policías de West Yorkshire dijo a la BBC: “Los oficiales de policía van a trabajar y esperan regresar a sus casas. Lamentablemente, esta oficial no regresará a su casa esta noche”. La gran mayoría de agentes británicos ejercen sus funciones sin estar armados, aunque las muertes en acto de servicio son raras y más si se trata de oficiales femeninas. Las dos últimas mujeres policías muertas en servicio lo fueron en 1997 y 2001.