La radio privada española Cadena Ser afirmó ayer que los “deportados de ETA” en América latina presionaron para que la organización armada vasca declarara un alto el fuego permanente, que entró en vigor el pasado viernes. “Los grupos de deportados de la banda terrorista ETA, la mayor parte de ellos ubicados en Sudamérica, presionaron a la banda armada para que decrete el alto el fuego permanente”, aseguró la Cadena Ser.

Según esta emisora, cercana al gobierno socialista, los etarras que viven en América latina, “sobre todo en Venezuela, Argentina, México y Cuba, han jugado un papel muy fuerte en esta decisión”, y que podrían volver a España con el inicio del proceso de paz. Los llamados “deportados” de ETA son miembros de la organización que habiendo cumplido una pena de cárcel, en su inmensa mayoría en Francia, se fueron a un tercer país en virtud de acuerdos entre el gobierno español de turno y los países de refugio. También se reivindican como “deportados de ETA” aquellos que decidieron instalarse en países de América latina y no tienen ninguna deuda con la Justicia española, pero siguen teniendo voz en la organización. La decisión de ETA de declarar el alto el fuego “fue unánime, aunque hubo debates internos hasta finales de enero” y “ahora mismo la decisión es firme”, según la cadena. Los más reacios a esto fueron los miembros exiliados en Francia acusados de “violencia urbana”.

La emisora aseguró también que desde el verano pasado hubo una gran correspondencia entre ambas partes y que al final triunfó la tesis del alto el fuego permanente. Aunque indica que se desconoce la estructura financiera exacta de ETA, “se sabe que tiene bonos del Estado en países como Suiza y sociedades montadas en Sudamérica”. Un informe del diario español El Mundo indicaba que, dos años atrás, ETA mantenía 130 militantes en México, Venezuela, Cuba, Uruguay y Argentina, que desempeñaban funciones logísticas y financieras. Según ese diario, en aquel entonces el jefe de la red exterior de la organización armada era Mikel Albizu Iriarte, detenido en Francia en octubre de 2004.