EL MUNDO › LOS RESTOS DE HERMES PEÑA FUERON SEPULTADOS EN CUBA

El número dos del Che, junto a él

El número dos de Ernesto “Che” Guevara finalmente descansa junto a él. Los restos mortales del primer teniente Hermes Peña Torres, muerto en combate en la provincia argentina de Salta el 18 de abril de 1964, fueron sepultados con honores militares en el Memorial Ernesto “Che” Guevara, en Santa Clara, centro de Cuba, en el día de ayer. Peña Torres formaba parte del Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP) que comandaba el periodista argentino Jorge Ricardo Masetti y su tumba fue descubierta en la localidad salteña de Orán hace unos meses.

“Hermes llegó tan lejos como para acompañar al Guerrillero Heroico y sus compañeros de hazaña en el alto sitio que se ganó con su vida breve de héroe”, dijo el coronel Manuel Hevia, director del Centro de Investigaciones Históricas de Seguridad del Estado, al despedir el duelo. Las palabras de Hevia responden a lo dicho por Peña en su última carta a su esposa Catalina: “Tal vez no regrese nunca, pero la historia dirá hasta dónde llegué”. Hevia se refirió también a la amplia trayectoria combativa de Hermes, quien nació el 7 de abril de 1938 en la provincia de Granma, Cuba. De extracción humilde, Hermes realizó desde muy joven labores agrícolas, trabajó en una panadería y se incorporó al Ejército Rebelde el 24 de noviembre de 1957. Siempre se distinguió por su disciplina, seriedad y disposición para realizar las misiones más peligrosas.

El guerrillero cubano hizo la travesía de Oriente al centro de la isla con la columna invasora número ocho Ciro Redondo encabezada por el Che, a quien sirvió de escolta y cargó su mochila de libros. Además, lo acompañó en los primeros años de la revolución de gira por Argelia, China y la Unión Soviética, y fue seleccionado por su ejemplar actitud para participar en la fase organizativa del Frente de Liberación del EGP, encabezado por Masetti, junto a quien cayó peleando. Según dicen, murió por cubrir la retirada del resto de sus compañeros a la selva.

La ceremonia militar fue presidida por el miembro del Buró Político y ministro del Interior, general de cuerpo de ejército Abelardo Colomé Ibarra, y el comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, ambos Héroes de la República de Cuba. Colomé Ibarra jugó un destacado papel en la creación de condiciones para el desarrollo del movimiento guerrillero en la Argentina, según narró en una entrevista para el libro Secretos de generales, del periodista Luis Báez. Tras la exposición de los restos del combatiente en la sala del Memorial, los mismos fueron trasladados hasta el mausoleo, donde reposarán junto a los del Che y de los internacionalistas caídos en Bolivia. A ambos lados de la entrada del mausoleo quedaron las ofrendas florales del comandante en jefe Fidel Castro, del general de ejército Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de las hijas y demás familiares del mártir, del pueblo de Cuba y combatientes del Ministerio del Interior.

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