En una nueva jornada violenta, al menos 50 personas fueron secuestradas ayer en Bagdad por hombres armados vestidos con uniformes del Ministerio del Interior, mientras que 27 iraquíes, 11 de ellos estudiantes, murieron en las acciones que sacuden diariamente al país. En el triste episodio cotidiano de violencia, ayer murieron 27 personas en el país, entre las que figuran los estudiantes asesinados por hombres armados en el sur de Bagdad y otros cinco muertos en la explosión de un obús de mortero en Ramadi (oeste). En Bagdad, fueron encontrados también siete cadáveres que presentaban impactos de balas. Cinco italianos resultaron heridos en un atentado a cien kilómetros de la ciudad meridional iraquí de Nasiriya, donde está desplegado el contingente italiano.

Un grupo de insurgentes disfrazados de policías iraquíes secuestró ayer en el centro de Bagdad a unas 50 personas en una compañía de turismo. Según testigos, los hombres armados rodearon la empresa de viajes y turismo Al Akeily, en el céntrico barrio de Al Salehiya, en Bagdad, y secuestraron a los empleados y clientes de la empresa, junto con el propietario y sus hijos. Al parecer, los secuestradores utilizaron 13 vehículos para llevarse a los rehenes. El secuestro se produjo a plena luz del día en una calle donde se encuentran las oficinas de las compañías de ómnibus para los viajeros que se dirigen a Siria y Jordania. Un general de la policía negó cualquier implicación de los servicios del Ministerio del Interior en el incidente. “Los servicios del Ministerio del Interior no tienen ningún vínculo con estos secuestros”, declaró el general Rachid Flayah.

Un grupo de hombres armados irrumpió ayer en varias viviendas en un barrio del norte de Bagdad y secuestró a siete civiles iraquíes. Los captores, con uniforme similar al de los policías iraquíes, secuestraron a las siete personas en el barrio Al Shaab y las llevaron a un lugar desconocido. Un militar italiano ha resultado muerto, otro herido grave y tres más leves en un atentado cometido ayer contra un convoy a cien kilómetros de la ciudad iraquí de Nasiriya (sur), informó el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Giampaolo di Paolo. El atentado se produjo cuando la explosión de un artefacto, accionado a distancia, afectó al vehículo que encabezaba un patrulla de la Brigada Sassari, que escoltaba a un convoy logístico británico con dirección a Tallil, según la cadena de televisión italiana Sky TG24.

En Bagdad, fueron encontrados también siete cadáveres que presentaban impactos de balas. Respecto de los cuatro empleados de la Embajada de Rusia que fueron secuestrados el sábado, no hubo ayer ninguna nueva información.

Por su parte, en la ciudad de Faluja dos civiles iraquíes murieron cuando el automóvil en el que viajaban fue alcanzado por un misil disparado desde un avión militar estadounidense. En los primeros cinco meses del año fueron hallados en Irak los cadáveres de 6000 personas asesinadas, informó la dirección del Instituto de Medicina Forense en Bagdad. La mayoría de las personas fueron asesinadas a tiros y mostraban señales de tortura. Un santuario chiíta en la ciudad de Balad Roz, 60 kilómetros al noreste de Bagdad, fue dinamitado ayer a la mañana por un grupo de personas que no reivindicaron el hecho. Los atacantes detonaron un artefacto explosivo en el santuario del imán Dadah Wali en Balad Roz, 40 kilómetros al este de la ciudad de Bakuba, lo que provocó serios destrozos pero no víctimas. Un total de siete santuarios chiítas en la región de Bakuba fueron destruidos en ataques similares durante el mes de mayo.

En el plano político, el ansiado nombramiento de los ministros de Interior y Defensa iraquíes sigue estancado después de que el primer ministro, Nuri al Maliki, fracasara el domingo por tercera vez al incumplir el plazo que él mismo se había fijado para la investidura en el Parlamento de estos puestos clave. Por otra parte, el juicio del ex dictador iraquí Saddam Hussein y de sus lugartenientes fue aplazado hasta la próxima semana tras una breve audiencia, para permitir que la defensa reúna a nuevos testigos sobre la masacre de civiles chiítas por parte de las tropas de Saddam en los años ’80.