Alan García asume hoy por segunda vez la presidencia de Perú y lo hace con un gabinete de marca neoliberal. Esto confirma el acercamiento a la derecha del socialdemócrata García y su distanciamiento de muchas de sus promesas electorales, comenzando por la de terminar con el modelo económico neoliberal. Encabezado por el secretario general del partido aprista, Jorge del Castillo, en el equipo de gobierno de 16 ministros que acompañarán a García se destaca la presencia de tecnócratas neoliberales, liderados por el ortodoxo ministro de Economía, Luis Carranza, un prominente miembro del ultraderechista Opus Dei y seis mujeres.

Esta es la mayor presencia femenina en un gabinete ministerial en la historia del país, pero no alcanza para cumplir la promesa electoral de García de formar un gabinete partidario. El nuevo presidente peruano tampoco ha cumplido su promesa electoral de designar a un primer ministro independiente y eligió a Jorge del Castillo como nuevo presidente del Consejo de Ministros. Del Castillo es uno de los dos secretarios generales del partido aprista y la cabeza del sector partidario más cercano a los sectores empresariales. Además fue abogado de García cuando éste fue acusado penalmente por los delitos de corrupción y violaciones a los derechos humanos, luego de terminar su primer mandato presidencial en 1990.

Además de la presencia en el gabinete del ortodoxo ministro de Economía, Luis Carranza, ex funcionario del FMI y ex viceministro de Economía de Toledo, el equipo neoliberal del gabinete de García está reforzado por la ministra de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz, y por la titular de Transportes, Verónica Zavala, alta funcionaria de la presidencia del Consejo de Ministros durante el gobierno saliente. Las otras mujeres del gabinete son Susana Pinilla, en Trabajo; María Zavala, en Justicia, y Virginia Borra, en el Ministerio de la Mujer. De todas, quien enfrenta el mayor reto es Pilar Mazzetti, quien se convierte en la primera mujer en dirigir a la policía y lo hace en un momento especialmente crítico, cuando la institución pasa por una grave crisis y la delincuencia y la inseguridad crecen en el país. Como ministra de Salud de Toledo, Mazzetti se enfrentó a los sectores conservadores y a la Iglesia Católica para defender el uso de la píldora del día después.

Otra sorpresa fue la designación de Rafael Rey, la principal figura política del ultraderechista Opus Dei, para el Ministerio de Producción. Como congresista, Rey apoyó con entusiasmo el régimen corrupto y autoritario de Alberto Fujimori (1990-2000). Declarado admirador del represor Emilio Massera, Rey impulsó durante el fujimorismo una ley de amnistía para los violadores de los derechos humanos, que Fujimori promulgó en 1995. En las últimas elecciones, Rey apoyó la frustrada postulación presidencial de la derechista Lourdes Flores, pero la abandonó apenas se conoció su derrota y mudó su apoyo a García para la segunda vuelta. La presencia de Rey en el gabinete es la punta más visible de un acercamiento de García al Opus Dei.

El último de los ministros en ser nombrado fue el de Defensa. Recién en la madrugada de ayer, García se decidió por su ex canciller Allan Wagner para el cargo. Wagner, un diplomático de carrera, debió renunciar al puesto de secretario general de la Comunidad Andina, que desempeñaba hasta ayer. Con su designación, son dos los ministros cuyos trabajos en los últimos años han estado estrechamente ligados a la marcha de la Comunidad Andina (CAN), que García pretende revitalizar. El otro es el canciller José Antonio García Belaúnde, también embajador de carrera y hasta hace unos días director de la Junta del Acuerdo de Cartagena.