El gobierno de España, acuciado por la crisis migratoria que viven las costas de las Islas Canarias, anunció ayer que Madrid será sede de una conferencia sobre migración. En el encuentro participarán los ministros de Interior y Defensa de los países mediterráneos de la Unión Europea (UE): Francia, Italia, Grecia, Chipre, Malta, Eslovenia y Portugal, principales receptores, junto a España, de inmigrantes en situación ilegal. El objetivo es conseguir una mayor cooperación en la vigilancia de las fronteras marítimas y la repatriación de los inmigrantes ilegales. La conferencia tendrá lugar este mes, pero no se informó la fecha exacta.

En la reunión convocada por España se discutirán labores de patrullaje, vigilancia, salvamento, identificación, documentación, retorno y repatriación. “Se tocarán todos los elementos que confluyen en la gestión de la frontera marítima”, indicó María Teresa De La Vega, vicepresidenta primera de España, en una conferencia de prensa. De La Vega aseguró que los resultados de la reunión podrían presentarse a la cumbre del Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno de diciembre, mes en que finaliza la presidencia finlandesa de la UE.

“No existe una política común europea de inmigración y hay que crearla”, afirmó De La Vega. “Es un tema prioritario y urgente que va a estar en la agenda de la próxima presidencia de la UE”, agregó. La número dos del gobierno socialista español viajó esta semana a Helsinki y después a Bruselas para reclamar a sus socios europeos más apoyo para luchar contra las oleadas de inmigrantes ilegales que sin cesar están llegando a las Islas Canarias, al sudoeste de España. La vicepresidenta indicó que es evidente que algunos países no ven el problema de la inmigración de forma tan apremiante como su país, pero recordó que cuando un inmigrante llega a las Canarias, está llegando al mismo territorio (la UE) en el que está Helsinki, Londres o París.

El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, informó por su parte que en lo que va del año España ha devuelto a sus países de origen a un total de 52.757 inmigrantes indocumentados a través de alguna de las cuatro formas que permiten la legislación y los distintos convenios: retornos, expulsiones, readmisiones y devoluciones. Rubalcaba reconoció además que la presión migratoria se ha multiplicado en Canarias, a donde han llegado desde el mes de enero casi 17 mil inmigrantes más que el año pasado. Como ejemplo de la crisis migratoria, tres africanos murieron ayer al tratar de llegar ilegalmente a las Canarias por mar junto a otras 83 personas. “Murieron deshidratados o por agotamiento”, informaron las autoridades.