El ex dictador uruguayo Juan María Bordaberry (1972-1976) quedó detenido ayer como responsable de los asesinatos en Buenos Aires de dos ex senadores y dos militantes de izquierda. La policía había montado un operativo para capturar a Bordaberry, pero éste no estaba en la dirección indicada en el fallo judicial. Sin embargo, el ex dictador se entregó por la mañana en una jefatura policial y quedó a disposición del juez Roberto Timbal, para ser notificado de su procesamiento con prisión.

La detención fue precedida por la del ex canciller de la dictadura Juan Carlos Blanco el jueves por la noche. Ambos están procesados por el delito de homicidio especialmente agravado de los ex legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, ocurridos en mayo de 1976. También se los responsabiliza por los asesinatos de los militantes de izquierda William Whitelaw y Rosario Barredo, cometidos junto con los de Michelini y Gutiérrez Ruiz, poco después del secuestro de los cuatro.

El juez Timbal dispuso las detenciones al hacer lugar a un pedido de la fiscal Mirtha Guianze, para quien los ex gobernantes dieron las órdenes, facilitaron los medios o aseguraron la impunidad de esos crímenes, cometidos al amparo del llamado Plan Cóndor, que coordinó la represión en la región. Entre las primeras repercusiones por las detenciones se escuchó la voz del senador frenteamplista Rafael Michelini, hijo de uno de los legisladores asesinados en Buenos Aires. “Los procesamientos de Bordaberry y Blanco empezarán a abrir las puertas de otros casos, por lo que se trata de un paso enorme”, dijo Michelini en declaraciones a radio El Espectador.

Anteayer el presidente Tabaré Vázquez mostró su satisfacción con la medida judicial. “Habló la Justicia y se hizo justicia,” señaló.