En el pueblo de Zumbahua, un páramo ubicado a 120 kilómetros de Quito, donde se inició como voluntario social, el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, asumió su cargo en un ritual en el que representantes de pueblos indígenas le entregaron el bastón de mando y lo limpiaron de “malas energías” como una forma de ratificar su respaldo. Flanqueado por los presidentes de Venezuela y Bolivia, Hugo Chávez y Evo Morales, que acudieron a la celebración, el economista que asumirá formalmente hoy en el Parlamento sostuvo que la “larga noche neoliberal está terminando” –frase dicha al ganar la segunda vuelta electoral el año pasado– y aseveró que “se acabó la democracia de plastilina” y que “empieza a surgir la democracia digna y socialista del siglo XXI”.

Sobre una tarima ubicada en la plaza del poblado serrano, Correa prometió que “será un gobierno de migrantes, excluidos e indígenas”. Fueron las comunidades originarias las que se encargaron de brindarle el primer recibimiento con una celebración de carácter inédito en el país. En esa ceremonia, el electo presidente participó de un rito purificador en el que se lo liberó de malas energías y se lo bendijo. También recibió de la mano del prefecto de la provincia de Cotopaxi, César Umajinga, el bastón de mando, un símbolo indígena para gobernar con sabiduría.

Vestido con una camisa blanca con grabados autóctonos y dirigiéndose a los 20 mil asistentes en lengua quechua, Correa llamó al pueblo a luchar por la convocatoria a la Asamblea Constituyente con plenos poderes, propuesta que impulsa desde su campaña electoral y reiterará hoy en su asunción oficial en la Congreso nacional.

Sobre este punto anticipó que no habrá “reformitas”, sino que se modificarán las estructuras que rigen actualmente al país y retomó sus críticas contra el destituido presidente Lucio Gutiérrez: “Hay lobos que se quieren disfrazar de ovejas para también recibir el voto en esa asamblea” dijo en referencia al respaldo de Gutiérrez al llamado a la Constituyente. “No crean que somos ingenuos, no confiamos en esas víboras. Apoyan la asamblea porque no les queda más, porque les da miedo, pero desde el inicio estuvieron en contra. Con esa gente, ni a misa, con traidores jamás, compatriotas”, fustigó.

Para dejar en claro el rumbo de su gobierno, el economista de 43 años utilizó una frase acuñada por Chávez para referirse a la nueva fase de la revolución bolivariana. “Como un milagro se han derrumbado los gobiernos serviles, las democracias de plastilina, el modelo neoliberal, y ha empezado a surgir la América latina altiva, libre, soberana, justa y socialista del siglo XXI”, sostuvo.

Como cierre del acto, Correa, Chávez y Morales se tomaron de las manos y gritaron: “Alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América latina”, consigna que despertó los aplausos de los presentes. Luego lanzaron al aire palomas de la paz y coincidieron en que sus mandatos, junto con otros de la región, son parte de la transformación política en América latina.

“Antes teníamos un solo líder, el hermano Fidel, pero ahora se suman hermanos como Chávez o Correa en esta lucha que no ha sido en vano, la lucha antineoliberal, antiimperialista”, destacó Morales al finalizar la ceremonia indígena. En tanto, el presidente venezolano, quien siempre se dirigió a Correa como “amigo y compañero”, consideró que su llegada al poder “supone la resurrección de la unión latinoamericana bajo los ideales del libertador Simón Bolívar”.

La asunción oficial se realizará hoy, cuando el economista reciba el mando hasta 2011 de las manos del saliente primer mandatario Alfredo Palacios. Para este acto ya llegaron a Ecuador los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, y de Irán, Mahmud Ahmadinejad. También arribó ayer a Quito el príncipe de Asturias, Felipe de Bordón, que asistió a una misa en memoria de las dos víctimas de nacionalidad ecuatoriana que murieron en el atentado terrorista del pasado 30 de diciembre en el aeropuerto de Barajas, Madrid. En las últimas horas de ayer se sumaron a ellos sus pares de Perú, Alan García; de Colombia, Alvaro Uribe, y el nicaragüense Daniel Ortega. En tanto, el presidente argentino Néstor Kirchner había anunciado con anterioridad su imposibilidad de asistir a la cita. En el acto de asunción, Correa presentará y tomará juramento a los 17 ministros que integrarán su gabinete, en el que sobresale la presencia de siete mujeres que tendrán a su cargo áreas estratégicas del gobierno, como son la carteras de Defensa, Relaciones Exteriores y Bienestar Social. A su vez, ratificará en sus cargos a funcionarios que integraban el gabinete de Palacios como los ministros de Turismo, Ambiente y Educación. Una de las incógnitas ayer a última hora era quién sería el plan B de Correa para el Ministerio de Agricultura ya que su candidato, Jorge Encalada, se excusó ayer de asumir en este espacio.