Viernes, 2 de febrero de 2007 | Hoy
EL MUNDO › PUTIN ROMPIO EL SILENCIO SOBRE EL CASO DEL ESPIA
Por Andrew Osborn *
Desde Moscú
El presidente Vladimir Putin se sacó los guantes diplomáticos y desechó el asesinato del ex funcionario de inteligencia Alexander Litvinenko como insignificante, declarando que el hombre muerto no conocía ningún secreto. Dirigiéndose a más de 1000 periodistas en el Kremlin durante su conferencia de prensa anual, Putin hizo su primer comentario público sobre el hombre que supuestamente acusó al líder ruso de su propio asesinato en una dramática declaración en su lecho de muerte. Los amigos de Litvinenko en Londres sostienen que fue envenenado por orden del Kremlin con polonio–210 radiactivo como una horrible forma de retribución de su abierta crítica a Putin.
Hasta ahora, el líder ruso se había limitado a negar el rol de Moscú en el no resuelto asesinato de noviembre y a expresar sus condolencias. Pero ayer dejó de lado la sutileza diplomática públicamente y echó por el suelo el carácter del muerto en una declaración pensada para convencer el mundo de que el Kremlin consideraba a Litvinenko “un pez chico” y por lo tanto no podía haber ordenado su muerte. “No conocía ningún secreto”, insistió Putin. “Antes de ser despedido del Servicio de Seguridad Federal (FSB, el equivalente al M15), Alexander Litvinenko sirvió en las tropas y no tenía acceso a los secretos de Estado”, continuó Putin, describiendo al hombre como alguien que había tratado de exagerar su propia importancia y que mientras vivió en Rusia era considerado un perdedor.
“Litvinenko fue procesado por abuso de poder, en particular por golpear a detenidos cuando era un oficial de seguridad, y por robar explosivos.” Putin también trató de desacreditar la idea de que Litvinenko se vio obligado a huir a Gran Bretaña en el 2000 por temor a perder su vida. “Hasta donde yo sé, recibió una sentencia de tres años en suspenso, de manera que no había necesidad de que huyera. Dijo todas las cosas negativas que podía decir sobre su servicio en el FSB, de manera que no podía haber nada nuevo en sus acciones.” En vida, el mayor acto de desafío de Litvinenko fue publicar un libro en el que decía que el FSB había planeado una campaña para bombardear bloques de departamentos rusos para crear un pretexto conveniente para lanzar la Segunda Guerra chechena, en 1999.
También acusó a sus ex colegas de complotar para asesinar a los enemigos políticos de Putin. Pero si Putin se había inquietado por el lío internacional que rodeó a su muerte, no lo demostró. Ayer se jactó de que su propio gobierno era tan sólido que podía darse el lujo de tratar esos escándalos de manera indiferente, “desde arriba”. El líder del Kremlin dijo que estaba en manos de los investigadores descubrir quién estaba realmente detrás del asesinato de Litvinenko.
En el Reino Unido, el Servicio de la Fiscalía de la corona está actualmente considerando si hay suficiente evidencia para presentar cargos contra alguien. A lo largo de más de tres horas y media, Putin encontró tiempo para decir que la propuesta iraní de formar una OPEC de gas era “interesante” y se estaba considerando. Washington, el antiguo enemigo de Rusia durante la Guerra Fría, recibió una dura crítica. Putin dijo que estaba profundamente preocupado con los planes de Estados Unidos de instalar un sistema avanzado de defensa misilística en Polonia y en la República Checa, demasiado cercanos a las fronteras de Rusia para su gusto. La idea de que tal sistema ayudaría a contrarrestar la amenaza de Irán y del terrorismo internacional era infundada, dijo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.