El ex candidato presidencial Ollanta Humala ha vuelto a la carga con su propuesta de convocar una Asamblea Constituyente, que él considera como fundamental en su proyecto político, y que el gobierno ha rechazado. Y lo hizo en el propio Palacio de Gobierno. Alan García y Ollanta Humala se volvieron a ver las caras el miércoles por primera vez desde la elección de junio de 2006, durante la cual protagonizaron un debate plagado de ataques de grueso calibre. Esta vez el encuentro fue sin cámaras y tuvo lugar en Palacio de Gobierno, donde García jugó de local, pero de donde Humala se retiró sonriente, seguro de haber logrado una victoria en cancha ajena al poner nuevamente en el centro del debate político su propuesta de una Asamblea Constituyente. El presidente García invitó a Humala, y a otros dirigentes políticos de la oposición, a participar y dar sus opiniones en la reunión de Consejo de Ministros en la que se discutiría la reforma del Estado que ha planteado el gobierno para reducir la burocracia estatal. La reunión duró cerca de cuatro horas.

A su salida de la cita con el presidente García y todos sus ministros, Humala reiteró ante la prensa que le había planteado a García la necesidad de cambiar la actual Constitución si realmente quería llevar adelante una verdadera reforma del Estado y anunció que no aceptará ninguna nueva invitación del gobierno para dialogar si antes no se anulaba la actual Constitución, que ha calificado de “ilegítima y delincuencial” por ser producto del golpe fujimorista de 1992. Humala no perdió la ocasión para poner contra las cuerdas a su anfitrión, a quien, desde uno de los salones de Palacio de Gobierno, le exigió públicamente que cumpla su promesa electoral de anular la Constitución de 1993 y restituir la de 1979. “Nosotros creemos que la mejor alternativa es una Asamblea Constituyente para hacer una nueva Constitución que signifique una reforma radical del Estado, sin embargo estamos dispuestos a apoyar al presidente García si éste decide volver a la Constitución de 1979 y a partir de esa Carta Magna hacer las reformas que sean necesarias, como ofreció cuando era candidato”, afirmó un Humala que lucía revitalizado luego de su visita a Palacio de Gobierno.

Aunque muchos esperaban que Humala, un duro crítico de la gestión de García, rechazara la invitación del presidente, decidió ir a Palacio de Gobierno y supo sacarle provecho a la situación. Se convirtió en el protagonista casi excluyente de la cita, dejando a los otros dirigentes de la oposición en un relegado segundo plano, y su propuesta de la Asamblea Constituyente fue el tema que acaparó la atención. “Esta cita ha sido muy positiva para nosotros porque ha servido para desmentir las afirmaciones de quienes aseguraban que Humala estaba debilitado y no tenía propuestas. La realidad ha demostrado hoy (ayer) que él es el líder de la oposición. Ha sido Humala quien ha llevado a la cita la propuesta más importante, que es la de convocar una Asamblea Constituyente, que ha recobrado fuerza y está nuevamente como un tema central de la discusión política en el país”, le dijo a Página/12 Carlos Tapia, el principal asesor político de Humala.

Ante la prensa, García se mostró conciliador y aseguró que había encontrado coincidencias con algunas de las propuestas de Humala para introducir cambios constitucionales. Sin embargo, el gobierno prefiere hacer cualquier cambio constitucional partiendo de la actual Constitución fujimorista, algo que Humala rechaza. Los ministros le respondieron a Humala que el gobierno considera que convocar una Asamblea Constituyente o cambiar la actual Constitución por la de 1979, como propuso en la campaña el propio presidente García, es inconveniente porque afectaría las inversiones extranjeras. Precisamente, uno de los puntos que Humala más cuestiona de la actual Constitución es su capítulo económico, que otorga grandes ventajas económicas a las transnacionales. “Esta Constitución consagra el neoliberalismo y eso hay que cambiarlo”, dice Humala. En este punto clave no hubo coincidencias entre García y Humala.

García ha buscado un acercamiento con la oposición, pero no esperaba que la cita les sirva como plataforma de relanzamiento a Humala y a su propuesta de una Asamblea Constituyente.