Adiós a las armas. El ex guerrillero Franklin Martins, protagonista de una de las operaciones más audaces contra la dictadura brasileña y el Departamento de Estado norteamericano, fue escogido por Luiz Inácio Lula da Silva, que ayer tomó juramento a otros tres ministros, para integrar su gabinete presidencial.

Martins dirigirá el poderoso Ministerio de Comunicaciones, recientemente rediseñado que, además de difundir la información oficial, tendrá la misión de crear una cadena nacional de televisoras públicas al costo de unos 125 millones de dólares. Será puesto en funciones por Lula la semana próxima junto con otro periodista, pero de signo ideológico diferente, Miguel Jorge, futuro ministro de Desarrollo y actual ejecutivo del Banco Santander.

En septiembre de 1969, Martins integró el comando que secuestró al embajador norteamericano Charles Elbrick, por cuyo rescate se logró la liberación de quince presos políticos, entre ellos José Dirceu, quien fuera presidente del Partido de los Trabajadores (PT) y ministro del anterior gobierno lulista.

El éxito insurgente fue una bofetada para la dictadura y una advertencia para la administración de Richard Nixon y fue recreado en 1996 en un film de Bruno Barreto que llegó a ser ternado para el Oscar.

Prófugo de la dictadura, a mediado de los años ’70, Martins recaló en Cuba, donde recibió adiestramiento militar con una treintena de brasileños. Finalmente dejó las armas y las posiciones radicales para reinsertarse en la vida política tras la amnistía de 1979.

Martins trabajó como periodista en el grupo multimedia Globo, al que no le cae en gracia la idea de que el Estado cuente con su propia red televisiva. Como columnista, defendió la moderación de Lula y sus recientes acuerdos con el centroderechista Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que contará con cinco miembros en el gobierno de coalición.

Uno de ellos será Reinhold Ste-phanes, quien ayer asumió como ministro de Agricultura. Al tomarle juramento, Lula dijo que lo tiene sin cuidado el pasado de Stephanes, un ex miembro del ultraderechista partido Arena, brazo civil de la dictadura.

En la misma ceremonia asumieron sus cargos los titulares de Relaciones Institucionales, Walftido Mares Guia, y de Turismo, Marta Suplicy.

Lula no se privó de elogios hacia su “compañera” Suplicy, ex alcaldesa petista de San Pablo. Más: el presidente deslizó que ella está en condiciones de desempeñar “cualquier cargo en Brasil”, lo que en el PT fue leído como una palmada para sus aspiraciones presidenciales para el 2010.