El gobierno brasileño le advirtió ayer a Venezuela que si el país pretende entrar en el Mercosur debe aceptar las reglas existentes en el bloque, luego de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, que no asistirá a la cumbre de Asunción esta semana, señalara no estar interesado en el “viejo” proceso de integración.

“Quien quiere entrar en un club, primero acepta las reglas existentes y después intenta cambiarlas”, dijo el canciller brasileño, Celso Amorim, en declaraciones al diario O Estado de Sao Paulo. Fue en respuesta a las declaraciones hechas por Chávez la semana pasada de que no está “interesado en el viejo Mercosur”. Amorim recalcó que la reglas que rigen en el bloque regional “son buenas para el Mercosur y son buenas también para Venezuela”. El mandatario venezolano anteriormente dijo que “no está desesperado” por ingresar en el Mercosur. Sostuvo que su gobierno desea entrar en “un nuevo Mercosur”, pero aclaró: si no hay “voluntad de cambio, tampoco estamos muy interesados en el viejo”. En su propuesta para llegar a un bloque mejorado, el gobernante venezolano reclamó una pauta más social .

El canciller Amorim admitió ayer que podrán operarse cambios en el bloque, pero en el marco del proceso de evolución de la integración regional. “El Mercosur va a evolucionar, y viene evolucionando”, sostuvo al destacar los cambios en materia social y los esfuerzos para superar el complejo problema de las asimetrías entre los socios.

El ingreso de Venezuela al bloque como miembro pleno, que está en proceso de adhesión, fue aprobado por los parlamentos de Argentina y Uruguay, pero está pendiente de ratificación en los de Brasil y Paraguay. Las fuerzas opositoras y algunos oficialistas del Congreso brasileño se resisten a aprobar el protocolo de adhesión de Venezuela, debido a la decisión de Chávez de no renovar la licencia al canal Radio Caracas Televisión (RCTV). Esta postura, plasmada por los senadores brasileños en una moción, motivó duras críticas de Chávez al Senado de Brasil, al que acusó de “repetir como loros” las posturas de Estados Unidos, lo que generó tensión diplomática entre Caracas y Brasilia.

Al respecto, el senador brasileño Sergio Zambiasi, presidente de la comisión que deberá analizar la solicitud venezolana de ingreso en el Mercosur, instó a Chávez a que tenga un “gesto simpático” hacia la Cámara alta para atenuar la tensión. “Nadie le está pidiendo al presidente Chávez una retractación, pero sí un gesto en dirección de aplacar los ánimos, un gesto simpático”, dijo el senador. Asimismo, Zambiasi advirtió que “las afirmaciones destempladas de Chávez no nos van a ayudar mucho para convencer a los senadores de aprobar la aceptación de Venezuela en el Mercosur y, por el contrario, las resistencias han crecido mucho”.

De todos modos, el senador apuntó que “el clima ya fue peor y en la medida que la disputa salga del Senado y sea comandada por las dos cancillerías las cosas pueden recomponerse”. Según el legislador, “para Brasil la inclusión de Venezuela es muy importante” porque “amplía la geopolítica del Mercosur, que así abarcará más a la Amazonia dentro de la integración continental”.

Chávez estará ausente en la cumbre del Mercosur que se realizará entre el jueves y el viernes próximos en Asunción. El canciller brasileño dijo que “no nos perturba. Preferiría que estuviera, pero como es obvio, él es libre de hacer lo que quiera”. El presidente venezolano partirá pasado mañana hacia Rusia, Belarús e Irán, socios con quienes evaluará la adquisición de sistemas de defensa militar. La gira, a menos de un año de otro periplo similar realizado en julio del año pasado, impedirá al presidente venezolano reforzar el proceso de integración de Venezuela como miembro pleno del Mercosur, tras la firma del protocolo de adhesión en julio de 2006.

El presidente se refirió el viernes a una versión de la prensa rusa según la cual Venezuela pretende adquirir hasta nueve submarinos rusos: “Preguntan si es posible que compremos unos submarinos, los más modernos en el mundo. Y sí, es posible, lo estamos estudiando. Tenemos que cuidar ese mar”, dijo Chávez. “¿Qué de extraño tendría que compremos unos submarinos? No sé si los vamos a comprar, pero si los compramos que nadie se alarme”, advirtió el mandatario.

El venezolano adelantó que las conversaciones con su par ruso, Vladimir Putin, serán de “un alto rango estratégico, que tienen que ver con la soberanía, la seguridad, con la defensa, con el desarrollo integral” de Venezuela. Los contratos de venta de armas rusas a Venezuela se elevaron a más de 3000 millones de dólares en un año y medio, por 24 aviones caza Sujoi SU-30, 35 helicópteros y 100.000 fusiles de asalto Kalashnikov, de acuerdo con la agencia rusa de exportación de armamento, Rosoboronexport.