Buena parte de los consultores cree que los resultados electorales de ayer deben ser leídos e interpretados en la Casa Rosada, entre otras cosas, como un alerta respecto de cierta disconformidad en la clase media. Aunque Mauricio Macri emerge como el principal referente de la oposición, de cara a la elección de octubre no parece haber por ahora un contrapeso, alguien que compita con posibilidades ciertas, frente a la fórmula que encabezarán el pingüino o la pingüina. Ni Carrió ni Lavagna se han visto fortalecidos, Macri parece fuera de carrera y no está claro cómo se articulará la oposición. Sin embargo, los consultores advierten que las dificultades en materia energética, la inflación o el caso Skanska crean un contexto que se constituye, hoy por hoy, en un obstáculo mayor que el de los referentes de la oposición.

- Enrique Zuleta Puceiro, de OPSM: “Tenemos en Capital Federal la expresión de un voto al que el gobierno nacional debe prestarle atención. Se trata del distrito en el que hay un componente mayor de los que han ganado económica y socialmente en los últimos años: en Capital hay tres veces menos desocupados y tres veces menos pobres que, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires. Los cuestionamientos de esa franja al gobierno de Kirchner ya se percibían, pero ahora se efectivizaron: tienen que ver con la calidad institucional, tal vez la energía y otros temas. Pero cambiando el ángulo, estamos ante una oposición de centroderecha, que es la que más le conviene al Gobierno. No es lo mismo una oposición encabezada por Elisa Carrió o Roberto Lavagna. Sucede que el techo electoral en todo el país del centroderecha es bajo, no tiene una gran capacidad de conseguir votos. O sea que, en este atardecer, tenemos una ventaja muy significativa a favor de los Kirchner, entre otras cosas por default, porque hay un liderazgo presidencial que no tiene enfrente una oposición sólida. Igual debe verse qué sucede en el próximo período”.

- Artemio López, de Equis: “A nivel nacional, hay dos figuras que no participaron: Lavagna y Carrió. La líder del ARI trastrabilló en la primera vuelta y a Lavagna le pasó algo significativo: no sólo no se inclinó por ninguna fórmula, sino que ningún candidato le pidió el apoyo. Fue distinto, por ejemplo, lo de Carrió. Telerman hizo un frente con ella, le pidió su apoyo. Eso es significativo y es un dato que va en contra de Lavagna. Paralelamente, el oficialismo llegó al 40 por ciento de la mano del Presidente, una elección muy significativa. La otra conclusión nacional es que Mauricio Macri queda como la principal figura opositora. Se apoya en la insatisfacción de los porteños con las administraciones de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman, pero también en que hay malestar con el Ejecutivo. Eso impactó en las posibilidades de Filmus, obviamente. Pero en la dimensión nacional, yo diría que, paradójicamente, el terreno se le despejó al oficialismo. No hay un candidato opositor fuerte. Carrió y Lavagna están debilitados, Ricardo López Murphy vendrá ahora con el aval de Macri pero no tiene la potencia del propio Macri”.

- Rosendo Fraga, Centro de Estudios para la Nueva Mayoría: “Nunca un candidato de centroderecha ganó en la Capital Federal desde que se estableció la ley Sáenz Peña. No pudieron ganar jamás los conservadores, ni el partido de Aramburu, ni la UCeDé, ni el partido de Cavallo. ¿Tiene esto un efecto nacional? De entrada la respuesta podría ser que no, pero la realidad es que la Capital Federal anticipa los cambios de humor de los sectores de clase media. El contexto tiene su importancia y allí están la cuestión energética, los problemas en Santa Cruz y otros hechos de esa naturaleza. Yo diría que hoy el Gobierno tiene un cuadro un poco más difícil que antes. Y tal vez el desafío electoral no provenga en este momento de la oposición sino del contexto de problemas y situaciones adversas”.

- Sergio Berenzstein, de Poliarquía: “Es demasiado pronto para ver cómo esto repercute en el ámbito nacional. Hoy la realidad es que ninguno de los referentes opositores tiene más de diez puntos y la pregunta es si se van a articular. Tengo mis dudas. Además, no sirve juntar sellos, sino que lo que se deben encontrar son lineamientos claros, precisos. El mayor problema para el Gobierno es que se le han agrandado los problemas: la crisis energética, Skanska, la inflación. Y el otro desafío que tiene es el de instalar la candidatura de Cristina Kirchner en un país que no tiene demasiada costumbre con candidatas mujeres”.

- Roberto Bacman, del CEOP: “La gente votó a Macri porque representó un modelo distinto de administración de la ciudad, distinto de los gobiernos de los últimos ocho años. O sea que si uno lee los datos, lo que la gente nos contestó a los encuestadores, las razones de voto tienen que ver con las necesidades y expectativas porteñas. Es más, hay mucha gente que votó a Macri y que votaría a Kirchner o a Cristina para presidente en la propia ciudad de Buenos Aires. Eso sí, seguramente hubo una franja que votó a Macri para contraponer al poder de Kirchner. Parece obvio que se ha creado un referente opositor y el desafío de Macri es encontrarle un formato a la oposición. El ya tenía más votos a presidente que Lavagna y Carrió y ahora su imagen creció. El interrogante es si es un referente opositor con votos en todo el país, si ya tiene posibilidades de conseguir sufragios o si tendrá que basarse en una buena gestión en Capital para, a partir de allí, construir la fuerza opositora que pelee la presidencia”.

- Analía Del Franco, de Analogías: “En Tierra del Fuego venimos de una crisis política tremenda y en Capital se premia a una propuesta que se viene gestando hace tres años. Los veo fenómenos más bien locales. Con su victoria, Macri se pone en condiciones de ser mirado como un dirigente nacional de más envergadura. Hoy se pone en una posición fuerte, pero a partir de ella tiene que construir, enhebrar una entidad opositora nacional. A nivel nacional todavía no tiene una entidad clara. Por ahora su propuesta es local. No veo que se altere la situación para las elecciones de octubre. Macri no tiene tiempo para construir esa estructura nacional y enfrente tiene al gobierno nacional, que no está en baja. Insisto, no creo que haya tiempo para armar una estructura, una corriente opositora, sobre todo en los sectores populares. Debería darse un cambio total, dramático, en la situación. Fíjese que este domingo ganaron dos fuerzas opositoras, pero son dos fuerzas que, en principio, no se pueden juntar. Por último diría que Filmus y el Frente para la Victoria se hicieron un lugar en territorio porteño. Filmus es un candidato como los que gustan en este distrito: un poco peronista, un poco no peronista, tranquilo, intelectual, sólido”.