Las fuerzas de seguridad iraquíes detuvieron ayer al supuesto “ministro de Petróleo” del grupo insurgente Estado Islámico de Irak, cercano a Al Qaida, y a otros quince supuestos terroristas. Los arrestos se produjeron en una redada lanzada contra un refugio de Al Qaida al oeste de la ciudad de Tikrit, a 170 kilómetros al norte de Bagdad.

Durante la ofensiva, fueron detenidos Saadi Husein Ibrahim, conocido como el ministro del Petróleo del grupo; Husein Ali Modahi, alias Abu Seif, otro supuesto dirigente del grupo y catorce sospechosos relacionados con hechos de violencia en Irak. Se cree que Ibrahim supervisaba las operaciones de tráfico ilegal de crudo de las refinerías de la ciudad de Beiyi para financiar al Estado Islámico de Irak. Durante la operación que se llevó a cabo gracias a las informaciones facilitadas por los habitantes de la provincia de Salahedin y de la policía secreta iraquí, se halló un gran arsenal de armas, municiones y material explosivo.

El Estado Islámico de Irak anunció en abril pasado la creación de un “gobierno” iraquí que incluye varios ministerios, entre ellos los de Guerra, Interior, Asuntos Exteriores, y Finanzas. La organización, que aglutina a siete grupos extremistas islámicos, fue anunciada en octubre del año pasado, con una supuesta autoridad sobre las zonas de mayoría árabe sunnita.

En otra operación de las tropas multinacionales lideradas por Estados Unidos en Irak, al menos doce supuestos terroristas, incluido un responsable de Al Qaida, murieron y otros cinco fueron detenidos. El mando militar de la coalición informó ayer que las operaciones se desarrollaron en distintos puntos del valle del río Tigris entre el domingo y el lunes.

De acuerdo con la información, diez “terroristas” murieron y un sospechoso fue detenido durante una ofensiva contra los órganos de propaganda de la red terrorista internacional Al Qaida en Samarra, 120 kilómetros al norte de Bagdad. Tres de los sospechosos muertos llevaban un cinturón de explosivos.

Durante la operación, en la que participaron fuerzas terrestres y helicópteros militares, las tropas encontraron un refugio utilizado por Al Qaida para esconder rehenes en el que hallaron dos cadáveres de personas que habían sido asesinadas y proyectiles, misiles antiaéreos y granadas.

Por otro lado, en una ofensiva en Mosul, 400 kilómetros al norte de la capital, las tropas de la coalición mataron a un sospechoso que podría haber dirigido operaciones de la red terrorista en la ciudad y arrestaron a otros dos. En el sur de Bagdad, las tropas detuvieron a otros dos sospechosos en una redada contra responsables de ataques contra los ejércitos de Irak y de Estados Unidos.