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La hija de Betancourt pide a las FARC un trato más humanitario

Mientras el presidente colombiano, Alvaro Uribe, se apoya en su colega francés, Nicolas Sarkozy, para negociar con la guerrilla, la familia de la rehén sigue respaldando a Chávez.

Colombia cerró la puerta a la mediación de Chávez y le dio una llave a Sarkozy. El alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, señaló ayer que el gobierno colombiano “no considera conveniente reactivar la gestión” del presidente venezolano para negociar con las FARC la liberación de un grupo de secuestrados. Restrepo indicó que ahora el presidente Alvaro Uribe buscará la liberación con el apoyo de su par francés Nicolas Sarkozy, muy interesado en ello, porque una de las rehenes es la política colombiano-francesa Ingrid Betancourt. Delloye, hija de Betancourt, pidió ayer públicamente a la guerrilla colombiana que les den a su madre y a otros prisioneros “un trato más humanitario”.

Luego de que en una carta Ingrid Betancourt dijera que los rehenes “aquí vivimos muertos” y se la viera en un video con mirada triste y extremadamente delgada, Mélanie habló ayer con Radio Caracol y pidió públicamente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que mejoren las condiciones de cautiverio. La ex candidata presidencial secuestrada hace cinco años describió su cautiverio en una carta a su madre. Betancourt aseguró: “Aquí vivimos muertos”. Y agregó: “No he vuelto a comer, el apetito se me bloqueó, el pelo se me cae en grandes cantidades. No tengo ganas de nada. (...) Creo que eso es lo único que está bien, no tener ganas de nada, porque aquí, en esta selva, la única respuesta a todo es ‘no’”. Delloye, su hija, pidió ayer a los rebeldes de las FARC que les den a su madre y a los demás prisioneros un trato más humanitario.

A los pedidos de familiares de secuestrados de que Chávez y la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba vuelvan a la mediación, Colombia lo descartó de plano. Dijo Restrepo: “Pretender en este momento abrir nuevamente la puerta a una mediación con el presidente Chávez cuando públicamente ofende al presidente de la República de Colombia, cuando públicamente amenaza con represalias económicas, yo creo que no tiene absolutamente ningún sentido”. Acto seguido advirtió que “queremos poner en marcha mecanismos eficaces, pero discretos”. Se refería tácitamente al apoyo del presidente Sarkozy, el otro actor internacional que mostró voluntad para colaborar en la negociación. Restrepo aclaró que no se trata de una mediación francesa. “El gobierno francés y el presidente Sarkozy, más que un facilitador o un mediador, es nuestro aliado natural en la búsqueda de una solución humanitaria.”

Mientras, un grupo de familiares de los rehenes, entre ellos Yolanda Pulecio –madre de Ingrid–, se encuentra en Caracas, acompañado por la senadora Córdoba para entrevistarse con el mandatario venezolano. En el encuentro con Chávez, además de agradecerle que hubiera logrado que las FARC enviaran pruebas de supervivencia de 17 de los al menos 45 rehenes, le pedirán que continúe buscando la liberación de los secuestrados pese a la desautorización de Uribe. Córdoba insistió ayer en que el gobierno de Uribe escondió las pruebas de supervivencia que fueron dadas a conocer el viernes pasado. “Las pruebas de vida fueron saboteadas por el gobierno, especialmente por el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos”, dijo la legisladora, quien teme por su vida en su país. Según el gobierno, Córdoba nunca debió hacerle una llamada al general Montoya, jefe de las FF.AA. colombianas.

Para varios familiares de secuestrados, el envío de los videos y las cartas es una demostración de que la mediación de Chávez estaba bien encaminada, por lo que sostienen que la intempestiva decisión de Uribe constituye un atraso concreto en la posibilidad de lograr un canje humanitario. Al respecto, Restrepo dijo que si Chávez y Córdoba “tienen la certeza de que las FARC van a liberar unos secuestrados y las FARC tienen esa decisión (...), nosotros no tenemos ningún problema de que sean entregados al presidente Chávez”.

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La senadora Piedad Córdoba (izq.) acusó a Uribe de esconder las pruebas de vida de 17 rehenes.
 
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