La gendarmería francesa detuvo ayer a dos de los tres etarras que habían atacado a dos guardias civiles españoles el sábado por la tarde en Francia. Mientras uno murió al instante, el otro falleció ayer por la tarde en el hospital. Después de cuatro días de investigaciones, la pareja, que llevaba armas cargadas de grueso calibre, tenía dinero en efectivo, diversos documentos de identidad y hablaba con acento español, fue arrestada en una localidad del sur francés, Châteauneuf-de-Randon. Anoche, los dos confesaron.

El hombre fue identificado “sin duda alguna” como Asier Bengoa López de Armentía, un cuadro de ETA. El es un antiguo conocido de la policía española y del juez Baltasar Garzón, quien ordenó varias veces su detención en el pasado. La identidad de la mujer fue, en cambio, más difícil de establecer. Tenía documentación falsa para hacerla pasar por una etarra de poca monta. Sin embargo, fuentes policiales precisaron luego que la arrestada es Saioa Sánchez Iturregi, alias Hintza, uno de los miembros de la organización terrorista más buscados en España. El cotejo de huellas permitió determinar la verdadera identidad de la presunta jefa del último comando Vizcaya de ETA. Su fotografía fue difundida este verano junto con las de otros presuntos miembros de ETA.

Los dos detenidos fueron trasladados a París, aunque se había barajado la posibilidad de que fueran conducidos en primer lugar a Montpellier. Según la legislación antiterrorista francesa, pueden permanecer arrestados durante 96 horas entre el momento de su detención y la presentación ante un juez. La Subdirección Antiterrorista de la policía judicial francesa (SDAT), especialista en los asuntos de ETA en Francia, debería hacerse cargo de la investigación.

Fernando Trapero, el guardia civil de 23 años tiroteado en la cabeza junto a su compañero Raúl Centeno, de 24 años, el sábado en Capbreton, falleció en el mediodía de ayer en el Hospital Côte Vasque de Bayona. Los dos guardias civiles, desarmados y en misión de inteligencia en Francia, fueron atacados por un presunto comando etarra que les disparó a quemarropa en Capbreton y después se dio a la fuga. El agente Trapero permaneció cuatro días en estado de coma profundo y sin signos clínicos de actividad cerebral, según informó el centro médico desde su ingreso hasta ayer por la mañana.

La ministra francesa del Interior, Michèle Alliot-Marie, “saludó el trabajo de las fuerzas del orden”. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, también expresó “sus mayores felicitaciones” a los policías de Francia y España tras la detención de los presuntos etarras, que fue fruto de la coordinación permanente entre ambos países. “El Estado de derecho, democrático, dio una respuesta ejemplar con esas detenciones. Es el destino de los miembros de ETA, es lo que les espera”, dijo Zapatero en una conferencia de prensa en Nápoles, Italia, donde participó en una cumbre ítalo-española. “La Justicia y todo el peso de la ley caerán sobre ellos y para siempre”, advirtió el responsable español.

En el dispositivo policial que posibilitó la detención de los dos terroristas, las fuerzas de seguridad desplegaron a cientos de agentes para seguir y analizar las diversas pistas que les iban llegando. Los dos etarras tuvieron el martes a la noche un accidente automovilístico cerca de Toulouse y ayer, antes de ser detenidos, intentaron tomar un taxi para proseguir con su huida, según han informado fuentes de la investigación. Con ellos ya suman cuarenta los etarras detenidos en territorio francés en lo que va del año.