Este fin de semana en Buenos Aires habrá novedades respecto de los discretísimos contactos que vienen realizando los países de la región para mediar en el conflicto por los rehenes en Colombia, en el que ayer hizo punta el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Con sigilo, en el gobierno argentino contaban los avances que se habían dado en los últimos días para que las gestiones que había venido realizando Hugo Chávez –“que no trabajó mal”, se encargaban de aclarar– no se cayeran. El convencimiento cerca del presidente Néstor Kirchner era que “la solución al problema está en la región”, y no la van a aportar Francia ni Estados Unidos.

Esta “red”, según la llamaban, se está tejiendo a través de llamados desde el gobierno colombiano a cada una de las capitales de la región y desde cada uno de los países entre sí que convirtieron el issue Colombia en un punto más de las habituales comunicaciones que suelen mantener los presidentes.

En la gestión argentina influyó la relación del canciller Jorge Taiana con Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancourt. Ambos se conocen de cuando coincidieron en Guatemala como embajadores, él de Argentina, ella de Colombia. Taiana tuvo ese destino entre los años 1992 y 1996. Desde entonces no perdieron el contacto.

A fines de mayo, Yolanda Pulecio estuvo en Buenos Aires y puso al tanto a Néstor y Cristina Kirchner de la situación de su hija. “La solidaridad del gobierno argentino me da fuerzas”, dijo entonces la mujer.

Menos de dos meses atrás, Taiana y Yolanda Pulecio tuvieron un extenso encuentro en la Cancillería argentina, que incluyó un almuerzo donde volvieron a ponerse al día sobre el problema. La familia Betancourt clama desde hace años por una mediación y hasta ahora sólo Chávez recogió el guante. Ahora que la gestión del venezolano cayó por el enojo que le causó a Alvaro Uribe que conversara directamente con el jefe de las fuerzas armadas colombianas, los presidentes de la región no quieren que vuelva todo a foja cero. El ofrecimiento de Lula es una muestra de lo que han venido hablando en conversaciones reservadas.

De nuevo, en la Casa Rosada y en la Cancillería hablaban bien de la gestión que había realizado Chávez, que todo indica que estuvo cerca de coronarse con éxito. La idea sería continuar en la misma dirección. La confianza de los gobiernos de Brasil y Argentina es que ellos son los que más posibilidades tienen de mantener un trato en confianza con las FARC. “La región es la que va a salvar esto”, deslizaban en el gobierno argentino, sin querer dar más detalles para que no se cayera el armado.

Desde el fin de semana, los protagonistas coincidirán en Buenos Aires para el lanzamiento del Banco del Sur y la asunción de Cristina Kirchner. Lula ya anunció un encuentro con Uribe. Lo mismo había anticipado el primer ministro de Francia, François Fillon. Habrá que pensar ahora que tal vez no es casual que justo el gobierno de Francia sea de Europa el que envíe un representante de más rango al traspaso, pensando en la posibilidad de una gestión por los rehenes.