Dos nuevos disgustos ayer para George W. Bush. Un alto colaborador del presidente renunció recientemente a su cargo, según reveló la Casa Blanca ayer, sospechado de ilícitos con fondos destinados a ayuda internacional. El asistente especial de Bush para asuntos intergubernamentales, Felipe Sixto, le informó a la Casa Blanca de sus presuntos actos el 20 de marzo, al mismo tiempo que presentaba la renuncia según un portavoz de la Casa Blanca. Sixto era sospechoso de estar implicado en un caso de uso ilícito de fondos destinados a ayuda internacional. Por su parte, El jefe del Comando Central estadounidense, almirante William Fallon, que presentó su renuncia después de que la revista Esquire lo retratara como opositor a la política de la Casa Blanca hacia Irán, fue remplazado el viernes a la cabeza de las operaciones militares en Medio Oriente y Asia Central por el general del ejército Martin Dempsey, número dos del mando responsable de la supervisión de las guerras de Irak y Afganistán. Durante una ceremonia en la base aérea militar de MacDill, en Tampa, el general Martin Dempsey asumió sus funciones en calidad de interino.