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Washington tuvo ayer su primer contacto oficial con Tel Aviv luego de las elecciones generales celebradas en este país el pasado martes. El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó ayer por teléfono a su par israelí, Shimon Peres, a quien felicitó por los comicios, le aseguró su respaldo y lo instó a seguir trabajando por la paz. “Esta tarde, el presidente Obama habló con el mandatario Peres para expresarle sus felicitaciones al pueblo israelí por las elecciones generales al tiempo que lo convocó a seguir trabajando por la solución del conflicto palestino”, anunció la Casa Blanca en un comunicado.

Sin dar más detalles acerca del diálogo entre ambos mandatarios, voceros norteamericanos se ocuparon durante la tarde de ayer de difundir las principales líneas de lo acordado a lo largo del día. Por la mañana fue el turno de los elogios. “Israel es una democracia floreciente y está en medio de un proceso constitucional para formar un gobierno. El pueblo israelí demostró una vitalidad democrática extraordinaria durante estos comicios”, afirmó Robert Gibbs, vocero presidencial.

Más tarde fue el turno de los temas más ásperos. Reafirmando la continuidad de la alianza entre ambos países, Washington aseguró que continuará trabajando en conjunto con Israel como hasta ahora. “Tenemos una agenda en común muy importante con Israel que no variará. Esperaremos a que se forme un nuevo Ejecutivo para empezar a trabajar junto a ellos”, afirmó Robert Wood, vocero adjunto del Departamento de Estado.

El funcionario se negó a especular sobre las posibilidades en la formación de gobierno en Israel, al sostener que esta decisión no le corresponde a la administración estadounidense. “No es la función del gobierno de EE.UU. hacer este tipo de valoraciones. Esta es una decisión que tendrán que tomar los israelíes. Una vez que el nuevo gobierno esté formado, independientemente de quién lo conforme, trabajaremos con ese gobierno”, recalcó.

Pero la ambigüedad de la respuesta no le evitó a Wood tener que explayarse. Respecto de la preocupación de algunos aliados árabes en Egipto y otros países sobre Avigdor Lieberman, líder del ultraderechista Israel Beiteinu, y las perspectivas para la resolución del conflicto israelo-palestino que de ello se derivan, el vocero definió la línea de su gobierno remarcando el compromiso inalterable que se espera de los israelíes sobre el proceso de paz. “EE.UU. ha trabajado a lo largo de los años con distintos gobiernos en Tel Aviv para tratar de impulsar un acuerdo. Eso seguirá siendo nuestro objetivo y el de los israelíes”, aseguró, haciendo hincapié en que la nueva administración profundizará sus esfuerzos en la senda de la solución de los dos estados.