El presidente de Cuba, Raúl Castro, avanzó anteayer con los cambios de su gobierno y removió a las máximas autoridades de cuatro provincias del Oriente. El anuncio llegó un mes después de la mayor reforma de gabinete de las últimas décadas, que separó del gobierno a dos de los funcionarios más populares de la isla, el ex canciller Felipe Pérez Roque y el ex vicepresidente Carlos Lage. Según publicó ayer el diario oficial Granma, los gobernadores removidos de sus cargos son los Santiago de Cuba, Las Tunas y Holguín. La decisión fue tomada, agregó el matutino, por recomendación del Buró Político del Partido Comunista Cubano (PCC), dirigido por José Ramón Machado, un dirigente octogenario de la vieja guardia, ascendido por Raúl Castro cuando asumió el poder. Los gobernadores removidos pasarán a ocupar otros cargos, la mayoría de menor importancia, y todos mantendrán su jerarquía dentro de la cúpula del partido. Los cambios en los gobiernos provinciales, sumados a la masiva reforma ministerial, preceden al Congreso del PCC que se realizará este año. Aunque el congreso partidario debe ser convocado cada cinco años, el último fue en 1997, por lo que se espera que sea una ocasión para anunciar más cambios y reformas.