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Lucio Gutiérrez anunció que gobernará para los pobres de Ecuador, que representan el 79 por ciento de la población de ese país y de los cuales consiguió el grueso del apoyo que le permitió arrasar a su contrincante Alvaro Noboa en las elecciones del domingo. El presidente electo ecuatoriano dijo ayer que planea reactivar la economía, pagar la deuda externa y crear empleos para frenar la emigración masiva. Gutiérrez acordó con el presidente saliente, Gustavo Noboa, reanudar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para conseguir un préstamo por 240 millones de dólares. También dijo que reformará el Estado para combatir la corrupción y la pobreza. Según la Comisión Anticorrupción ecuatoriana, ese país pierde cerca de 2000 millones de dólares al año por actos de corrupción. Y según Transparencia Internacional (TI), Ecuador es el segundo país más corrupto de América latina, después de Paraguay.