Miércoles, 16 de febrero de 2011 | Hoy
EL MUNDO › IL CAVALIERE SIEMPRE SE LAS INGENIó PARA SALIR ILESO
Desde que entró en política, en 1993, Berlusconi fue imputado en numerosas causas judiciales, pero nunca recibió una condena definitiva. Ahora le espera una agenda judicial agitada.
El escándalo Ruby podría poner fin a la carrera política del premier Silvio Berlusconi, advierten algunos analistas. Sin embargo, el magnate de 74 años es un viejo conocido en los tribunales italianos. Desde que entró en política en 1993, Il Cavaliere tuvo líos con la Justicia pero siempre se las ingenió para salir ileso y sin ninguna condena definitiva.
Poco más de un mes atrás, la Corte Constitucional italiana invalidó parcialmente la norma del legítimo impedimento, que le otorgaba inmunidad al jefe de gobierno italiano y le permitía ausentarse en tres procesos judiciales. Anulada en parte esa ley de la que gozaba el premier desde abril de 2010, se desarchivaron tres causas y ahora el primer ministro deberá dar explicaciones si se ausenta en las audiencias. La primera causa desarchivada es la que lo involucra en la prostitución de menores. Otra lo señala por corrupción de un testigo y la tercera lo salpica con un fraude fiscal. También tiene un procedimiento abierto por abuso de confianza, por lo que está siendo investigado por supuestamente haber ejercido presiones sobre los dirigentes de la televisión pública italiana de la RAI y del regulador de telecomunicaciones.
A Il Cavaliere lo espera una agenda judicial agitada para las próximas semanas. El 28 de febrero deberá comparecer ante los jueces por el caso Mediaset, el 5 de marzo deberá participar de la audiencia preliminar por el caso Mediatrade y el 11 del mismo mes tendrá que volver a los tribunales por haber sobornado presuntamente entre 1997 y 1998 al abogado inglés David Mills con 600 mil dólares para que aportara un falso testimonio en dos procesos que tramitaban contra Berlusconi.
Pero el historial judicial de Il Cavaliere no termina con estas tres causas. En 1994 fue condenado a 33 meses de prisión por corrupción de funcionarios de la policía financiera. En 2000, logró la absolución en esa causa. En 1995, lo acusaron de financiar con una caja negra la compra del jugador de fútbol Gianluigi Lentini para su club, el Milan AC. Pero en noviembre de 2002 se benefició con la prescripción, gracias a una ley que despenaliza parcialmente este delito. También en 1995, lo acusaron por fraude fiscal cuando adquirió una lujosa casa cerca de Milán. Una vez más, la prescripción lo salvó. Ese mismo año, lo encontraron responsable de falsear un balance en la adquisición de la sociedad cinematográfica Medusa. En 1997, lo condenaron en primera instancia a 16 meses, pero apeló la sentencia y en 2000 lo absolvieron. El último caso que lo salpicó en 1995 fue el de la financiación ilegal del Partido Socialista Italiano (PSI) a través de una sociedad off shore, All Iberian. Por ese caso fue condenado a 28 meses de prisión en julio de 1998, pero poco más de un año después el delito prescribió. En 1996, lo acusaron por otro falso balance vinculado a All Iberian y en 2005 fue absuelto.
También en 1998 fue acusado por corrupción de un juez en la compra de la editorial Mondadori. En primera instancia resultó condenado, pero el caso prescribió mientras tramitaba una apelación. En 1998 fue condenado por el llamado caso SME. Esa causa se remonta a los años ‘80, cuando Il Cavaliere habría sobornado a los jueces para bloquear la venta de la sociedad pública de productos agroalimentarios al empresario Carlo De Benedetti, que también estaba interesado en su compra. Pero, siguiendo con su buena suerte, en 2007 lo absolvió la Corte de Casación.
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