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Estos son los puntos esenciales de la reforma acordada entre el Gobierno y 23 de los 24 gobernadores de provincia:
- Se reducirá en un 25 por ciento la cantidad de diputados nacionales, o sea que habrá 64 diputados nacionales menos. Esto se hará por ley.
- Se reducirán en un 25 por ciento la cantidad de legisladores en las provincias y concejales en los municipios. Esto requerirá de leyes e incluso de reforma de algunas constituciones provinciales.
- Se baja el gasto legislativo. Por ejemplo, las provincias que gastan entre el uno y el 1.5 por ciento de su presupuesto en gasto de la legislatura, deberán bajar al uno por ciento. Las que gastan más del dos por ciento tendrán que bajar al dos. Se establece una pequeña tablita en este sentido.
- Se baja el gasto del Congreso nacional al 0.8 por ciento del gasto público nacional.
- Los concejales de ciudades de menos de 10.000 habitantes no cobrarán sueldo.
- Se propicia la reducción de la cantidad de concejales en todas las ciudades, en lo posible en un 25 por ciento.
- Se reduce en un 25 por ciento el número de directores y funcionarios de organismos descentralizados y se hace una reducción –sin precisar del porcentaje o el monto– de los sueldos de esos directores. Ahí están, por ejemplo, los sueldos de los responsables del PAMI, del Banco Central y de organismos en los que los directores ganan sueldos altísimos.
- Se suprimen los gastos reservados salvo en áreas de defensa y seguridad. En verdad, esos gastos reservados estaban casi suprimidos, aunque el más grande de todos, el de la SIDE, se mantiene.
- Se reformará el sistema electoral sobre la base de la apertura de las listas a candidatos independientes y mediante el desbloqueo de las llamadas listas-sábana. Se menciona el sistema de tachas, que significa que cada ciudadano que vota por una lista podrá tachar dos candidatos de esa lista que no le gusten y reemplazarlo, por ejemplo, por dos candidatos de otra lista. También se propondría que el ciudadano pueda cambiar el orden de la lista, poniendo –por ejemplo– primero al que está en el puesto décimo. Se habla también de incluir el sistema de las circunscripciones, lo que significa que una parte de los legisladores no serán elegidos por lista sino que habrá una división de toda la geografía en circunscripciones en las que competirá un solo candidato del partido A contra un candidato del partido B y un candidato de cada una de las fuerzas políticas. Se supone que así, los candidatos serán conocidos por su presencia en esa circunscripción o barrio. Toda la reforma del sistema electoral requerirá de una ley.
- Las campañas electorales no podrán durar más de 30 días, o sea que no se podrá ni pegar carteles ni hacer publicidad antes de esa fecha.
- Estará prohibida la publicidad en radio y televisión de los partidos o candidatos. Sólo habrá espacios gratuitos en esos medios, distribuidos en forma equitativa entre los partidos.
- Todos los partidos tendrán que hacer internas abiertas y simultaneas para elegir candidatos a presidente, vicepresidente, senadores y diputados nacionales. Esto requerirá de una ley y, además, de la reforma de los estatutos de los partidos.
- Garantizar la transparencia del financiamiento de los partidos políticos. Esto está enunciado así, pero todavía no está precisado un mecanismo efectivo para controlar de dónde sale el dinero de los partidos y en qué se gasta. En el Congreso tiene media sanción una ley que sólo obliga a las fuerzas políticas a identificar con nombre y apellido a sus aportantes, pero eso sólo no le dará transparencia al financiamiento de los partidos.
-El punto más sorpresivo y el que sólo se podrá hacer por reforma constitucional: los cargos legislativos nacionales, provinciales y municipales se renovarán en su totalidad cada cuatro años. Hasta ahora había elecciones cada dos años renovándose las cámaras y legislaturas por mitades; desde ahora habrá elecciones sólo cada cuatro años. Algunos sostienen que es menos gasto y menos desgaste político, otros consideran que es una forma en la que se le quita al ciudadano la posibilidad de quejarse mediante el voto cada dos años.