EL MUNDO › HABLAN DE UN ACUERDO, PERO MANTIENEN SU POSICION
Alemania vuelve a oscilar en la OTAN
Por John Hooper y Ian Black
Desde Berlín y Bruselas
El ministro de Defensa alemán reavivó ayer la hirviente disputa de su gobierno con Washington, al atacar violentamente a su contraparte norteamericano, Donald Rumsfeld, describiéndolo como “poco norteamericano” y “más que impertinente”. La reacción enojada de Peter Struck, después de meses de provocaciones y desaires del secretario de Defensa norteamericano se dio de bruces con su declaración acerca de un fin cercano para el enfrentamiento de Berlín con Washington en la OTAN. En el Congreso norteamericano, Rumsfeld se quejó de la no autorización de Austria para que tropas de Estados Unidos pasen por su territorio desde Alemania hacia Italia y no descartó por completo la utilización de armas nucleares en la guerra contra Irak.
Apoyado por Estados Unidos, Turquía solicitó a sus socios en la OTAN aviones espía, misiles Patriot y unidades de protección bioquímica en caso de entrar en guerra con Irak. La Alianza Atlántica quedó paralizada en este pedido por los vetos alemán, francés y belga. Durante un acalorado debate en el Parlamento alemán, Struck dijo que “vamos a alcanzar una resolución en el Consejo de la OTAN, como muy tarde, el sábado (después de la reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU), y va a corresponder plenamente a los intereses de Turquía”. La seguridad de Struck implica que quizás ya se haya alcanzado un acuerdo entre bambalinas sobre un asunto que algunos funcionarios calificaron como una amenaza a la existencia misma de la OTAN. Sin embargo, no hubo demasiados signos de un compromiso en Bruselas, donde los embajadores de los miembros de la OTAN cancelaron una reunión más en el seno de la Alianza. Francia dijo anoche que su posición se mantenía inalterada: estos planes de defensa podrían sugerir un apoyo a una acción militar contra Irak y por lo tanto “prejuzgaría respecto a decisiones que tiene que tomar el Consejo de Seguridad de la ONU”, según dijo un portavoz del canciller francés.
El canciller alemán Gerhard Schroeder realizó más temprano una vigorosa defensa de su posición alemana. Llevando su discurso al terreno moral, Schroeder dijo a los miembros del Parlamento alemán: “El primer deber de la política internacional es prevenir la guerra. Ninguna política de conveniencia o doctrina de seguridad nos llevará a acostumbrarnos a la guerra como un medio político más”. En un señalamiento que sugiere que Alemania se opondría a una segunda resolución en la ONU autorizando la acción militar, declaró: “Rechazar la guerra no significa estar condenado al apaciguamiento”.