Desde París

Dominique Strauss-Kahn estaba convencido de la existencia de un complot franco-ruso destinado a decapitarlo antes de que anunciara su candidatura para las elecciones presidenciales francesas de 2012. Conjetura obsesiva o realidad, lo cierto es que el cataclismo de su arresto e inculpación por violación en los Estados Unidos no modificó la relación de fuerzas entre los partidos políticos, con la excepción de la extrema derecha, que es la primera y única perjudicada. Un sondeo de opinión de las encuestadoras Ipsos-Logica Business Consulting realizado el 18 de mayo –o sea, después de que estallara el escándalo del hotel Sofitel– muestra que la dinámica ganadora de los socialistas se mantiene intacta. Allí donde antes Dominique Strauss-Kahn ocupaba el primer lugar de las preferencias electorales de cara a la primera vuelta, ahora están el ex primer secretario del PS, François Hollande, y la actual primera secretaria, Martine Aubry. Ambos derrotarían al presidente Nicolas Sarkozy.

Si el candidato fuese François Hollande, el socialista obtendría 29 por ciento de los votos contra 19 por ciento para Sarkozy y 17 por ciento para la líder de la extrema derecha del Frente Nacional, Marine Le Pen. Si la candidata fuese Martine Aubry, la primera secretaria del PS sacaría 27 por ciento, Sarkozy, 21 el por ciento y Marine Le Pen, un 17 por ciento. Una encuesta realizada en marzo por Ipsos para el diario Le Monde, con Dominique Strauss-Kahn como candidato del socialismo, arrojó los siguientes resultados: Strauss-Kahn, 33 por ciento de los votos, mientras que Nicolas Sarkozy aparecía derrotado por Marine Le Pen, con porcentajes que oscilaban entre el 19 y el 21 por ciento. En ese sondeo, el presidente francés se quedaba afuera del duelo final. La lección de estas cifras radica en que, por ahora, el cataclismo que provocó Strauss-Kahn no rompió la ruta ganadora del socialismo, al tiempo que puso en órbita a otro candidato oriundo de la llamada “segunda izquierda” y que se perfila como la antítesis de Strauss-Kahn, es decir, François Hollande.