EL MUNDO
Por tierra o aire, sigue la caravana de la muerte
Por Juan Carlos Sanz *
Enviado especial a Suleimaniya
Los kurdos del norte de Irak, que escapan al control de Saddam Hussein desde la guerra del Golfo, preparan tres campos de aterrizaje ante un eventual despliegue de tropas de Estados Unidos contra el régimen de Bagdad, según confirmó esta semana un portavoz de la Administración del Kurdistán autónomo en Suleimaniya. La cooperación de la oposición interna cobra aún más fuerza en caso de que Turquía siga firme en su rechazo a ceder el uso de bases aéreas y navales para que Washington abra un frente de combates con armamento pesado en el norte de Irak, lo que sin embargo parecía relativizado por la posición a favor del decidido ejército turco y por el hecho de que toneladas de equipo norteamericano siguen atravesando Turquía en camiones rumbo a Irak pese a la falta de autorización a la entrada de tropas.
Aptos para el aterrizaje de aviones de transporte Hércules C-130, los aeródromos kurdos se sitúan en Bakrajo, en las afueras de Suleimaniya; en Harir, al noreste de Erbil, la capital de la región autónoma; y en Dahuk, la principal ciudad del norte del territorio, cerca de la frontera con Turquía, según las fuentes kurdas consultadas. “Un cierto número de militares y técnicos especialistas norteamericanos trabaja ya en el acondicionamiento de las pistas”, aseguró el portavoz oficial kurdo, sin querer entrar en más detalles. De no poder contar con los puertos y aeropuertos militares turcos para transportar un gran contingente de fuerzas con armamento pesado hasta el norte iraquí, EE.UU. se verá obligado a alterar su planes para la guerra. Los Hércules no pueden transportar los carros de combate que protegen a la 4ª División de Infantería del Ejército de EE.UU., algunos de los cuales llevan más de una semana en muelles de puertos del Mediterráneo turco sin poder ser desembarcados. Pero las pistas de aterrizaje del Kurdistán –antiguos aeródromos militares abandonados desde 1991 por el régimen iraquí— admiten el despliegue de otras unidades ya seleccionadas por el Pentágono, como la decisiva 101ª División Aerotransportada, que cuenta con vehículos blindados ligeros.
Fuerzas especiales de EE.UU. se encuentran ya preparando el terreno a esta operación en territorio iraquí controlado por los peshmergas de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que tiene su cuartel general en Suleimaniya, según confirman fuentes de este partido nacionalista kurdo. La amenaza lanzada por guerrilleros islamistas enfrentados a la UPK contra la presencia de tropas norteamericanas parece estar detrás del reforzamiento de las medidas de seguridad que se observa en la región autónoma. La guerrilla de Ansar el Islam, hasta cinco centenares de militantes integristas iraquíes y varias docenas de combatientes extranjeros, supuestamente ligados a Al-Qaida, controla una franja montañosa en la frontera de Irán desde la que hostiga a las milicias laicas de la UPK.
Desde esta semana, los periodistas extranjeros deben comunicar con antelación a las autoridades sus movimientos fuera de Suleimaniya. Camionetas con ametralladoras pesadas, amenazadoramente manejadas por peshmergas de la UPK, patrullan incesantemente por las calles de la ciudad. Y algunos puestos de control de las carreteras kurdas se han convertido en verdaderos fortines, donde milicias irregulares manejan el gatillo con demasiada facilidad. Un comandante de la milicia kurda en Halabha expresó el pasado fin de semana su confianza en poder contar pronto con fuerzas especiales de EE.UU. para liquidar a los combatientes islamistas agrupados en la frontera iraní.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.