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Por Julio de la Guardia
Desde Jerusalén

Ariel Sharon ha declarado en repetidas ocasiones que está dispuesto a aplicar la Hoja de Ruta. Sin embargo, no se ha cansado de repetir que tiene “14 reservas”, que si no se tienen en cuenta, conducirán al fracaso del plan de paz del Cuarteto (formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la Organización de las Naciones Unidas). El primer ministro israelí espera que, tal como parece haberle prometido la Administración de George W. Bush, estas reservas se traduzcan en enmiendas de facto en el transcurso de las tres fases que estipula el documento.
Según el texto que envió a sus ministros antes de la última reunión del gabinete celebrada el domingo, las reservas son las siguientes:
1. Todo el proceso queda supeditado a la ausencia de terrorismo, violencia e incitación por parte palestina. No se podrá pasar de una fase a otra sin que esta precondición sea escrupulosamente cumplida. Para ello, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) debe desmantelar completamente la infraestructura de las organizaciones extremistas, a partir de una cadena de detenciones, interrogatorios, juicios y encarcelamiento de los terroristas.
2. El progreso de una fase a otra vendrá determinado no por el calendario propuesto sino por el cumplimiento estricto de lo estipulado en la fase anterior. Los plazos que contempla el plan serán de carácter orientativo.
3. Un nuevo liderazgo deberá emerger dentro de la ANP, a partir del marco de reformas que están ya en marcha. Para ello, deberán celebrarse elecciones al Consejo Legislativo Palestino.
4. El mecanismo de supervisión será gestionado únicamente por EE.UU., excluyendo al resto de miembros de Cuarteto. Las principales tareas de verificación se concentrarán en la reforma de la ANP, y serán abordadas de forma sectorial –en los ámbitos económico, legal y financiero– y no a través de un mecanismo integrado.
5. El carácter del Estado palestino interino que debe emanar de la segunda fase del plan quedará determinado a través de negociaciones bilaterales entre la ANP e Israel. Esta entidad tendrá fronteras provisionales, disfrutará de algunos atributos de soberanía y estará totalmente desmilitarizada. Las fuerzas del orden serán exclusivamente de carácter policial y de seguridad interior, manejando un número y tipos de armas limitados. La ANP carecerá de la capacidad de integrarse en alianzas o suscribir tratados de naturaleza militar, permitiendo que Israel controle todas sus fronteras terrestres y marítimas, el espacio aéreo y el espacio electromagnético.
6. La entidad emergente debe hacer referencias explícitas al derecho de Israel a existir como Estado judío, así como renunciar al derecho del retorno de los refugiados palestinos (de las guerras del ‘48 y del ‘67).
7. La conclusión del proceso pondrá punto y final a todas las reclamaciones.
8. El escenario futuro será alcanzado a partir de las negociaciones y el acuerdo entre las partes, según la visión expuesta por el presidente Bush el 24 de junio.
9. El plan no abordará las cuestiones consideradas como parte del estatuto definitivo sino solamente las interinas. Entre las cuestiones a excluir estarían: los asentamientos israelíes en Cisjordania y Gaza -aunque sí se trataría de su congelación y del desmantelamiento de las colonias “ilegales”–, el carácter final de la ANP y sus instituciones en Jerusalén.
10. El marco jurídico de referencia quedará reducido a las resoluciones 242 y 338 de la ONU, como únicas válidas para conducir futuras negociaciones y delinear el estatuto definitivo. Se suprimirá toda menciónde la resolución 1397 del Consejo de Seguridad, así como de la iniciativa de paz saudita.
11. Se promoverá la reforma institucional de la ANP a través de la redacción de una Constitución, la rehabilitación del sistema legal y judicial, la reactivación de la economía palestina y la continua transferencia del montante de impuestos recaudados por Israel que corresponden a la Hacienda pública palestina.
12. La retirada del ejército israelí a las líneas previas al comienzo de la Intifada (septiembre del 2000) se efectuará siempre y cuando se alcance un estado de violencia cero, y se llevará a cabo según las necesidades cambiantes del momento.
13. Una vez cumplidos los prerrequisitos de seguridad, Israel restaurará la normalidad en la vida diaria de los palestinos, promoviendo las actividades económicas y comerciales.
14. Los Estados árabes ayudarán al éxito del proceso condenando el terrorismo. No se establecerá vínculo alguno entre la pista palestina y las otras pistas del modelo de la Conferencia de Madrid, que son la siria y la libanesa.