La propuesta presentada por el Pueblo de la Libertad, el partido de Silvio Berlusconi, de vender algunas playas del Estado a privados sembró polémicas e ironías en Italia, que tiene algunos de los mejores arenales de Europa y cuyas costas cubren alrededor de 7500 kilómetros. “Esta propuesta es simplemente impresentable y ofende a la dignidad de nuestro país. Sólo falta que a alguien se le ocurra poner en venta la Fontana de Trevi”, comentó Ermete Realacci, líder histórico de los ecologistas italianos, refiriéndose a uno de los lugares más conocidos de Roma.

También otros grupos ecologistas reaccionaron contra el proyecto. El líder del partido Verde, Angelo Bonelli, destacó que en ningún país europeo existe algo así. “Si el proyecto sigue, estamos dispuestos a encadenarnos en la sede del Parlamento para protestar”, advirtió. Nichi Vendola, líder del partido Izquierda, Ecología, Libertad, dijo que “de ninguna manera se va a permitir que sigan arruinando las costas de nuestro país, un patrimonio que es de todos los italianos”. La propuesta, cuyo objetivo es acumular recursos para poder hacer frente a la crisis económica del país, fue presentada por el PDL en el marco de las discusiones en el Parlamento sobre la ley presupuestaria para el año próximo.