EL MUNDO
El reposo del guerrero
El presidente estadounidense George W. Bush inició ayer cuatro semanas de vacaciones en momentos en que su administración enfrenta, además de críticas por las dificultades encontradas en Irak, una economía con pocas muestras de recuperación y la caída de la popularidad del mandatario. “Tal como pueden ver, logré mi receso de verano”, ironizó Bush ante el poco entusiasmo de la prensa, que deberá soportar en las próximas cuatro semanas el calor y el aburrimiento del pueblo de Crawford, Texas (centrosur) donde el mandatario tiene sus 650 hectáreas de campo. En ese lapso realizará varios viajes para defender su gestión y preparar la elección presidencial de noviembre de 2004. Bush ha recibido críticas por lo extenso de sus vacaciones y la brevedad de su jornada de trabajo, pero, como en casi todo, se ha mostrado indiferente ante ellas.